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¿Os habéis fijado cuántos spots publicitarios incluyen la frase “Recomendado por… “ o “Avalado por…”, seguido de algún título profesional relacionado con la salud: matronas, pediatras, asociación de matronas, AEP, etc.?
En un mundo en el que lo que avala la ciencia es considerado como digno de más fe que el misterio de la Trinidad para algunos creyentes, conseguir que una bata blanca ponga su sello a tu producto es garantía de credibilidad…. ¿ o no?
Pensar que todos los profesionales de la salud y la medicina están bien formados e informados de todo asunto del que opinan y recomiendan, que son intachables y libres de sospecha es tan “naïf” como decir que todos los banqueros son honrados.
En todas partes cuecen habas, que dirían nuestras abuelas, y en un sector tan goloso como la salud, diría que aún más.
Si añadimos a la preocupación de la población en general por la salud, el hecho de tener hijos, tenemos unas cuantas industrias: la de la alimentación infantil, la farmacéutica y la de la puericultura, frotándose las manos viendo ante sí a un montón de individuos dispuestos a comprar lo mejor para sus retoños si les aseguran “adecuada y científicamente” su necesidad y conveniencia. Así que podemos estar seguros de que, detrás de cada producto o marca con la suficiente cantidad de dinero para pagarlo, encontraremos un profesional avalándolo.
Y como muestra, nos encontramos en un país con una tasa de obesidad infantil alarmante, marcas de galletas para niños avaladas por la Asociación Española de Pediatría y con experta nutricionista incluida en su web ( aunque sea un producto alto en azúcar y harinas refinadas, procesado y de dudoso poder nutritivo).
Pincha en la imagen para leer el análisis del producto
Yogures “especiales” para bebés que a pesar de ser totalmente innecesarios se “recetan” en consultas de pediatría
Pincha en la imagen para leer un informe del producto
Aunque no es tan extraña esta “alianza” entre industria de alimentación infantil y la AEP si miramos quién financia la mayoría de las Becas que otorgan cada año.
Imagen tomada de la web de la AEP: PIncha para ir al enlace original
Asociaciones de matronas que recomiendan mochilas que cualquier experto en porteo y ergonomía desaconsejaría por postura del bebé, por forma de cargar el peso para el adulto, por materiales utilizados, etc..
Mochila Recomendada por la Asociación Nacional de Matronas Españolas
Este punto me toca especialmente porque vivo en carne propia el “descrédito” de mi trabajo como Formadora de Asesoras de Porteo y divulgadora de la importancia del contacto, por parte de miembros de este colectivo. Es curioso que leyéndome el Códido Deontológico de las matronas españolas encuentro este punto:
Fragmento del texto del Código Deontológico de las matronas españolas. Pincha para ver el texto completo en su web.
No entiendo cómo sin formación específica en porteo ni experiencia, una asociación profesional recomienda un producto que los especialistas en ese campo desaconsejamos. Ya ni entro a mencionar que está fuera de su ámbito profesional de actuación, como recoge su propio código. (He de decir que individualmente muchas profesionales de este colectivo se están formando con nosotras para asesorar con conocimiento de causa).
Estos son, desgraciadamente, solo algunos ejemplos de lo que se cuece en nuestro mundo. Como si una vez obtenido un título te convirtieras en una especie de Midas de la Credibilidad que convierta en oro, digo en “ergonómico” o en “necesario” o en “beneficioso”… todo lo que tocas, o avalas o recomiendas.
Y si las propias asociaciones profesionales actúan así, imaginad a título individual… Cuando la nómina te la paga directamente una marca entonces resulta que te preguntan sobre alimentación infantil del recién nacido y te quedas tan ancho dando consejos sobre biberones
¡Toma ya con la “normalización de lo artificial” !
Esta es de traca… es como si te recomiendo que te busques un amante por si alguna vez tu pareja no tiene ganas por cualquier motivo
El Código de Comercialización de sustitutos de la leche materna se lo pasan por el forro, para variar. Porque al final lo extraño es que lo cumplan.
Imagen del Catálogo 2015 de la marca
Y algunas vemos estos “consejos” justo debajo del nombre de una Comadrona, colaboradora de la marca.. Y una vez repuestas del “cabreo inicial”, nos toca ir con paños calientes al comentar la noticia, para que no salgan candidatas a enarbolar la bandera de #TeCreesMejorMadreQueYo?
Y no, no me creo mejor madre que la mayoría. Pero sí me creo mucho más profesional que quien amparándose en un título, una profesión de prestigio, un status o una posición de autoridad relativa, abusa y traspasa sus competencias y se vende. Y lo que es peor, pone en riesgo la salud de bebés y niños.
Y me creo mejor profesional porque cuando critico malas praxis, empiezo por mi propio sector.
- SI una madre me dice que una asesora de porteo le recomienda un fular elástico con un bebé que ha nacido prematuro, le digo que cambie de asesora de porteo.
- Si una madre me dice que una asesora de porteo le recomienda portear con una fular y una cruz envuelta a una semana de haber tenido cesárea le digo que cambie de asesora de porteo.
- Si una madre me dice que una asesora de porteo le ha recomendado el portabebés X porque es el “mejor” sin hacerle más de 3 preguntas, le digo que cambie de asesora de porteo.
- Si una madre me dice que una asesora de lactancia le ha dicho “lo que tiene que hacer” , le digo que cambie de asesora de lactancia
- Si una candidata a alumna me dice que se ha formado como asesora de porteo en un fin de semana, que si le convalido esa parte en mi formación, le digo que no. Nadie se forma como asesora de porteo en un fin de semana, ni en dos.
- Si alguien me dice que quiere formarse conmigo como asesora de lactancia, sin asistir durante muchos meses a un grupo de lactancia, le digo que no. Nadie se forma como asesora de lactancia sin muchísimas horas de práctica con madres y bebés.
Y una vez limpiada la casa por dentro… pues la limpio por fuera, por lo que…
- Si una madre me dice que su ginecólogo le dice que tendrá cesárea porque ya tuvo una, le digo que cambie de ginecólogo
- Si una madre me dice que su pediatra le dice que tiene que darle com 4 meses la fruta al bebé, le digo que si se va a tener en cuenta para alimentar a su bebé a su pediatra, que cambie de pediatra
- Si una madre me dice que su matrona no formada en porteo le da consejos sobre porteo, le digo que busque una asesora de porteo: (una buena, para no pasar por los puntos del principio)
Y así “ad infinitum”.
¿Por qué escribo este post?
Pues aparte de porque me lo pide el cuerpo cuando veo ciertas cosas… lo escribo para 2 grupos diferentes de lectores:
- Si eres un profesional de alguno de los sectores que he mencionado, recuerda que tu “título” te da una responsabilidad. Que en su día seguramente aceptaste un código deontológico y que muchas personas confían en ti por lo que representas. Solo te pido, te pedimos, que estés a la altura y dejes egos y otros intereses poco nobles al margen cuando trabajas.
- Si eres madre o padre, como yo, recuerda, recordemos que hay una responsabilidad que no debemos delegar en nadie. Somos responsables de las acciones y decisiones que tomamos para con nuestros hijos. Podemos y debemos pedir información a los profesionales porque para eso están, información completa, y en base a eso y a nuestras propias capacidades, decidir. Recordemos que un profesional está cualificado para su ámbito de competencia, no para cualquier otro. Ser experto en un campo no le valida para que su opinión en otros sea más válida que la tuya propia.
Sueño, como diría Luther King, con el día en que ambos grupos sepamos cuál es nuestra responsabilidad, y la asumamos de forma que prime lo que debe primar.