Revista Diario

Pedimos al Hospital La Paz un trato más humano en la UCI pediátrica

Por Belen
El pasado 18 de octubre el diario 20 minutos publicaba la siguiente noticia: Los padres piden a La Paz que abra de noche la UCI infantil. Hospitales madrileños con servicio de Pediatría (12 de Octubre, Gregorio Marañón, Clínico, Niño Jesús, Ramón y Cajal) apuestan por políticas de puertas abiertas para lograr un mayor bienestar de los pacientes, en este caso niños. Pero el Hospital La Paz alega criterios médicos para no seguir la misma línea que los otros centros. 
¿Si otros pueden, por qué La Paz no? Una pregunta para la que muchos padres queremos y necesitamos una respuesta, y sobre todo una solución
Nuestra experiencia con la REA y la UCI pediátricas fue buena en el estricto aspecto médico, incluso puedo decir que muy buena, pues el trato que mi hijo ha recibido en estas unidades como en otras ha sido excelente. Pero en el terreno personal, emocional o sentimental -como se prefiera llamar- fue horrible. 
Os voy a contar un poco nuestra experiencia, y si por favor algún coordinador de estos servicios lee esto que me explique donde está el beneficio. 
Rayo tenía 15 meses cuando tuvimos que someterle a un PIC (medida de presión craneal) para determinar qué tipo de válvula necesitaba. Había sufrido un hiperdrenaje con la válvula de derivación que llevaba y había que obtener la medida exacta de presión para poder colocarle una programable. Esta prueba requiere un sensor epidural colocado en el cráneo, mejor dicho clavado, y sacar el catéter que deriva al peritoneo (abdomen) para poder realizar la medida. Esto significa dos heridas abiertas. Por ese motivo la REA era el sitio adecuado para controlar a mi hijo. Como podréis ver en el artículo de 20 minutos, los horarios de la REA son de 12:30 a 14:00 por la mañana y de 19:30 a 21:00 horas. Ese era el tiempo que pude acompañar  a mi bebé los 2 días que tuvo que estar allí. Era un bebé de 15 meses. 
El primer día que me marché, mi hijo me miraba con ojos de horror, llorando y gritando, me seguía con la mirada hacia la puerta y le oía llorar y llorar desde fuera. El segundo día mi bebé ya no me miraba a la cara, enfadado, hundido, harto de llorar, y con morados en las muñecas porque se veían obligados a atarle a la cama para que permaneciera quieto. 
Nos costó días que mi niño volviera a confiar en mi, semanas que recuperara aquel miedo a perderme, meses que superara su inseguridad. Mi pregunta como madre es: ¿fue realmente aquello necesario? Si la unidad médica no reúne las condiciones médicas necesarias para garantizar la seguridad de los pacientes, yo soy la primera que no pisaré más que en los horarios establecidos. Pero si otros hospitales de esta ciudad siguen otros criterios, más humanos, exijo una modificación de estos protocolos. Como bien asegura una pediatra de este hospital "Está comprobado que los niños mejoran con la cercanía de sus familiares". Aunque con la experiencia que llevamos a la espaldas ya no necesito que nadie venga a decírmelo. 
Así pues, si esto es así, yo os invito desde aquí a firmar esta petición y a difundirlo en la medida que os sea posible. Somos muchos padres los que necesitamos que esto se lleve a cabo. Por mi parte, pongo este blog a disposición de cualquier padre, madre o familiar que lo necesite para conseguir que esta medida innecesaria cese. 

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