En el ámbito laboral, y en la vida en general, muchas veces nos encontramos con situaciones en las que necesitamos ayuda o consejo para poder avanzar en algún aspecto. Sin embargo, hay una gran diferencia entre pedir ayuda y pedir consejo.
Según se ha estudiado a nivel de la psicología, la comunicación y las neurociencias aplicadas, pedir consejos en muchos casos resulta mejor que pedir ayuda.
En primer lugar, lo que hace la mayoría de las personas es pedir ayuda. En sí, esto no tiene nada de malo: todo lo contrario. Saber que no sabemos ni podemos con todo es un rasgo de aceptación de nuestras propias limitaciones.
Sin embargo, si siempre estás pidiendo ayuda, por lo general al mismo tipo de personas, puede generar una sensación de sobrecarga en los demás. Es posible que la otra persona sienta que le estás pidiendo que haga algo por ti, lo cual puede ser una carga adicional a sus propias responsabilidades.
De allí que mucha gente dice "a mi no me gusta pedir ayuda, para no molestar...", en la creencia de que la otra persona va a tener que hacer algo por ti.
La confusión radica también en que muchas veces se pide ayuda cuando se quiere solicitar un consejo u orientación. Por ejemplo, si dices: "¿Tú cómo harías x cosa?", no es pedir ayuda; lo apropiado sería pedir directamente un consejo.
No es solamente una cuestión semántica y de cambio de palabras, sino que, conceptualmente, nuestra mente y la de las demás personas, activa funciones completamente diferentes.
Al pedir ayuda recurrentemente casi siempre a los mismos, es posible que la mente de esas personas se cierre o se predisponga de una manera poco favorable.
En cambio, pedir consejos es una forma de solicitar la opinión de alguien sin necesariamente pedirle que haga algo por ti.
Mucha gente no quiere pedir consejos ni ayuda, porque es un acto que requiere de humildad frente a los demás, dejando el ego de lado.
Solicitar un consejo implica que estás reconociendo la habilidad y conocimiento de la persona en determinado aspecto.
Indirectamente, y aquí está el truco persuasivo, le estás diciendo que valoras su visión y que confías en su capacidad para darte una buen orientación. Esto puede hacer que la otra persona se sienta más motivada y dispuesta a ayudarte. ¿Por qué? Porque elevas a la persona, la colocas en un lugar de relevancia ante ti, y asumes que sabes que no sabes -una parte fundamental para el aprendizaje humano: reconocer nuestra propia limitación-.
Además, pedir consejos ayuda a desarrollar tus propias habilidades y conocimiento, porque al solicitarlo, reconoces que no sabes todo, y que, desde una posición humilde, abierta y receptiva, estás buscando aprender algo nuevo o mejorar en algo en particular. Esto puede ser muy valioso para tu crecimiento profesional y personal.
Por último, pedir consejos puede ser una forma de establecer una relación de mentoría o de networking. Por ejemplo, si se lo pides a alguien que admiras o respetas en tu campo de trabajo, esto puede ser una oportunidad para establecer una relación profesional valiosa.
Así que la próxima vez que necesites ayuda en el trabajo, quizás quieras considerar pedir consejos en lugar de pedir ayuda directamente.
Daniel Colombo Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell. www.danielcolombo.com Linkedin.com/in/danielcolomboFuente: https://www.danielcolombo.com/pedir-ayuda-o-pedir-consejo-descubre-que-te-conviene-mas-con-este-sutil-truco-psicologico-que-marca-toda-la-diferencia-por-daniel-colombo/