Es muy común escuchar a las personas frases como “me ha faltado el respeto”, “que mala educación tiene”, “ni me ha dado las gracias”, “¡que desastre, deja todo sin ordenar!”, y muchas más. Siempre solemos estar mirando a como actúan los demás y esperamos de ellos, que respondan como “supuestamente” lo haríamos en su lugar.
Esperar que los demás reaccionen y actúen como lo haría uno, es una auténtica pérdida de tiempo y sobretodo de energía.
Hay que grabarse en la mente, que cada persona es diferente una de otra porque a parte de que nuestra ESENCIA se diferencia una de otra, todos tenemos diferentes saboteadores y creencias limitantes, pero a su vez los egos en algunas personas son más fuertes y dominantes que en otras.
Además todos tomamos diferentes actitudes frente a los sucesos que se nos presentan como los estados anímicos varían durante el día varias veces.
Dicho esto, como verás es sumamente difícil saber como actuará y reaccionará una persona, con lo cual que encima lo haga de la manera que tú quisieras, ya es más que difícil.
Muchas veces creemos que las otras personas son robots, es decir, buscamos programarlas para que hagan nuestra vida sencilla, sin obstáculos, ni discusiones, flexibilidad, debates y tensiones. Todo SER humano busca vivir desde lo que es, pero antes debe sobreponerse a sus batallas internas para poder ir hacia sus objetivos, con lo cual a la hora de relacionarnos aparece todo esto porque recuerda que no somos perfectos.
Pese a todo esto, muchas veces nos empeñamos en pedirle a los demás y sobretodo a nuestro círculo más cercano, actitudes y maneras de actuar, pero ¿cómo te sientes tú cuando hacen lo mismo contigo?, por eso te propongo a continuación las siguientes preguntas para que las tomes a modo de reflexión:
-Si te gusta exigir constantemente a los demás, ¿cómo te sientes cuando lo hacen contigo?.
-Si eres de los que marcan los errores ajenos, no dejas pasar uno y encima jamás haces un reconocimiento a nadie, ¿Qué sientes cuando alguien te marca un error tuyo?.
-Si te la pasas criticando sin argumentos, porque ya es costumbre en ti criticar, ¿cómo reaccionas cunado lo hacen contigo?.
-Si ante la mínima que te sientes ofendido y atacado, reacciones con un insulto, ¿cuál es tu actitud cuando alguien te insulta?.
-¿Eres de los que cuando le cuentan algo, se distrae con cualquier cosa y no presta atención, pero en el momento que tú hablas, te enfadas porque sientes que el otro no esta ciento por ciento metido en tu historia?.
-¿Te gusta que te respeten y escuchen tu opinión? Y ¿cómo eres tú frente a las opiniones de los demás, sobretodo cuando éstas son muy diferentes a lo que piensas?.
-¿Te gusta que te presten atención cuando tienes dolores, pero cómo actúas cuando alguien te viene con ese tema?.
-¿Eres de los que exigen a los demás orden, limpieza y que no dejen tirado nada por ahí, pero tú pasas del orden y dejar todo en su sitio?.
-Si eres de los que te encantan tener todo bajo control , ¿qué sienten cuando intentan controlarte como tú lo haces?.
-Y a esos que criticas porque nunca acaban nada, ¿tú terminas lo que empiezas habitualmente sin despistarte en otras cosas?.
Pedir y exigir a los demás se puede hacer, pero para poder llegar a hacer eso, antes debes hacerlo tú y ¡que tus hechos prediquen con el ejemplo!.
No obstante siempre la otra persona tiene el derecho a decirte que si o que no, pero esta claro que cuando uno pide al otro con el ejemplo, tiene altísimas probabilidades de obtener un “si” o que la petición sea tenida en cuenta.