Revista Infancia

Pedir los deberes por whatsapp interfiere en el proceso de aprendizaje

Por Mamapsicologain @mamapsicologain
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Pedir los deberes por Whatsapp no favorece para nada a los niños ya que interfiere en su proceso de aprendizaje.

Si bien es una práctica habitual realizada por centenares de padres y madres deberíamos parar máquinas un momento y pensar sobre los efectos a largo plazo que esta conducta derivada de la sobreprotección ejerce sobre nuestros hijos.

Hoy quiero tratar este tema para invitaros a la reflexión, porque sé (como madre que soy) que detrás de este comportamiento hay unos padres y madres preocupados, temerosos y que, como cualquier padre o madre, solo buscan lo mejor para sus hijos. Sin embargo, quienes se dedican a pedir los deberes de sus hijos por whatsapp desconocen que su modo de actuar, lejos de favorecer a sus pequeños, les perjudica más que les beneficia. Es precisamente este motivo el que me impulsa a escribir este artículo.

Por qué algunos padres piden los deberes de sus hijos vía whatsapp

Una de las primeras preguntas que deberíamos formularnos al plantearnos este tema es por qué algunos padres piden los deberes de sus hijos vía whatsapp. ¿Qué hay detrás de esos papás y mamás? ¿Por qué siempre suelen ser los mismos quienes día sí día también son los que piden los deberes o las hojas del libro que sus hijos deben estudiar?

Bajo mi punto de vista, y coincidiendo con otros profesionales de la educación y la psicología, vemos que detrás de esos padres que piden los deberes de sus hijos vía whatsapp hay unos padres que, con toda la buena intención del mundo, solo desean facilitarle la vida a sus pequeños polluelos. Padres sobreprotectores que intentan evitar el fracaso, la reprimenda del profe, la vergüenza de no haber cumplido con lo que esperaban y por ello preparan el camino para el niño y no al niño para el camino.

Detrás de estos papás y mamás encontramos miedo. Miedo a que sus hijos no saquen buenas notas o lo que es peor, a que no sean los mejores. Y ese miedo se transforma en control. Un control excesivo que convierte a los padres en las agendas de sus hijos. Padres y madres siempre preocupados por todo lo que han de hacer los niños y que se ven en la obligación de recordárselo constantemente. A esto se suma la necesidad de tenerles todo a mano para que sus hijos puedan ser “los mejores de la clase”. Aquí conviene parar y pensar. No es mi intención juzgar, solo invitar a la reflexión de si éste es o no el modo de conseguirlo.

Detrás de estos papás y mamás hay buena intención, sin duda. Hay amor, por su puesto. Hay deseos de que sus hijos tengan mejores oportunidades, de que lleguen lejos y tengan un futuro mejor. Pero al pedir los deberes por whatsapp cada vez que sus hijos olvidan anotarlos o llevar el libro a casa están entorpeciendo el aprendizaje y el desarrollo de su responsabilidad. Y aquí entramos en el siguiente punto que deseo tratar : por qué no debemos pedir los deberes por WhatsApp.

Por qué no debemos pedir los deberes por WhatsApp.

Las razones por las cuales no deberíamos pedir los deberes por WhatsApp las vienes intuyendo si has llegado hasta aquí. Pero en este apartado quiero desglosártelas, hacer un listado de motivos y argumentarte con detalle mi postura.

Empecemos por una premisa básica. ¿Qué es educar?

  1. Educar es ayudar a nuestros hijos a ser independientes y autónomos. Ayudándoles a que sean niños que puedan valerse por sí mismos y que aprendan a tomar decisiones.
  2. Educar es ayudarles a aprender a aceptar las consecuencias de lo que hacen. Y para inculcarles el sentido de la responsabilidad no hay otro modo que dejar que aprendan a equivocarse y a asumir sus errores, como bien puede ser olvidarse el libro en el cole.
  3. Educar no es estar siempre pendiente de … Educar no es controlar, ni estar permanentemente evitando dificultades a nuestros pequeños.
  4. Educar es guiar y acompañar, también en la gestión de la frustración y el fracaso. Estos forman parte de la vida y debemos aprender a aceptarlos y verlos como nuevas oportunidades de éxito y no como una limitación definitiva.
  5. Educar es poner límites y normas, ya que estas ayudan a saber qué se espera de ellos en diferentes situaciones sociales. Y uno de estos límites también pasa por hacer que entiendan hasta dónde llegan nuestras obligaciones como padres.
  6. Educar es transmitir seguridad y confianza. Es ofrecer nuevas oportunidades para mejorar, sin miedo a las reprimendas o castigos, por lo que si se olvida el libro el “castigo” es ya una consecuencia educativa natural de por sí, ya que no podrá estudiar o realizar los ejercicios que le han pedido.
  7. Educar es una tarea inmensa, una de las más importantes que vamos a realizar en nuestras vidas y que no podemos delegar. No nos dejemos arrastrar por lo que otros padres hacen, pensemos por nosotros mismos y activemos el sentido común.
  8. Y ya por último, es preciso recordar que los deberes fomentan la autonomía y la responsabilidad, es por ello que son suyos y no nuestros. Los deberes son tarea de los niños y no de los padres, y es algo que debemos aprender a gestionar. Una cosa es prestar apoyo puntual ante una duda y la otra es hacerles los deberes cada tarde. Algo sustancialmente diferente, puesto que lo que se le pide al niño es que presente un trabajo propio y no el que realizan sus padres, que ya fueron en su momento al cole.

Entendida así la educación pasemos a los motivos por los cuales no deberíamos pedir los deberes por WhatsApp.

Pedir los deberes por WhatsApp interfiere en el proceso de aprendizaje de nuestros hijos por los motivos que sigo enumerando a continuación:

  • Les privamos de la oportunidad de aprender de sus errores y a asumir las consecuencias de sus actos.
  • Entorpecemos el desarrollo de su autonomía. Se tornan dependientes de nosotros ya que siempre cuentan con nuestra ayuda ante cualquier mínima dificultad.
  • Dejan de prestar atención a lo que se dice en clase y en otros lugares puesto que se han acostumbrado a que seamos nosotros quienes suplamos su falta de atención.
  • Además se suman las consecuencias derivadas de una educación basada en la sobreprotección de las que te hablo seguidamente.

Sobre las consecuencias de educar con sobreprotección hablamos en un post dedicado exclusivamente a ello y que podemos aplicar en este caso:

  1. Convertimos a nuestros hijos en más vulnerables ante los futuros olvidos, fallos y errores. Y por tanto más dependientes de terceros.
  2. Interferimos en el desarrollo de su autonomía, tal y como hemos ido repitiendo a lo largo de este artículo.
  3. Al hacemos responsables nosotros de sus fallos les abrimos la puerta a que busquen culpabilizar de sus errores a terceras personas.
  4. Creamos niños inmaduros, inseguros y faltos de autoestima o con una autoestima inflada que nada tiene que ver con la realidad, puesto que se ven más capaces de lo que son en realidad cuando se quedan sin el apoyo de los padres.
  5. Niños que se tornan intolerantes a la frustración e incapaces de terminar cualquier tarea que requiera un esfuerzo, ya que buscan la gratificación inmediata o a alguien que las haga por ellos.

Qué podemos hacer los padres y educadores

Ante esta situación tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza o empezar a culpabilizarse por lo mal que lo podemos haber hecho hasta ahora. Sabemos que culpabilizarse no lleva a ninguna parte, de modo que busquemos soluciones.

¿Qué podemos hacer los padres si nuestros hijos se dejan los deberes o el libro que necesitan para estudiar para el examen de mañana?

Simple. No tenemos que hacer nada, ni siquiera sermonearles porque los sermones no sirven de nada. El no hacer nada al respecto, es decir el no buscar sacarles las castañas del fuego, ayudará a nuestros hijos a asumir sus errores. Además les inculcará esa responsabilidad tan necesaria en la vida adulta y que, como cualquier otra habilidad o valor, deben aprender de pequeños.

Sé y te avanzo que al principio se enfurecerán. Estando acostumbrados como están a que les salvemos de sus descuidos y buscarán por todos sus medios que volvamos a socorrerlos. De ti, mamá/papá, depende que coloques los límites donde corresponde. A partir de hoy no volvemos a pedir los deberes a otros papás. Y sin enfados, gritos ni castigos explicaremos con un lenguaje adaptado a ellos el por qué. En este punto deberás acompañarles en la frustración, empatizar con la emoción que sienten y recordarles que éste es, también, un modo de aprender. Hay que hacerles ver que ese punto negativo que probablemente le ponga la profesora o profesor le dará la oportunidad de mejorar el próximo día.

El mejor maestro es nuestro último error.

Más allá del no volver a cometer los mismos errores, de poner punto y final a eso de pedir los deberes por WhatsApp lo importante y fundamental es ir creando unos buenos hábitos de estudio. Que aprendan a anotar bien en la agenda, que entiendan que los deberes son cosa suya y no nuestra, que si no preparan las tareas al día siguiente tendrán que asumir las consecuencias de sus acciones o inacciones. Y lo que es más importante y difícil: que disfruten aprendiendo.

Y ya por último, mamá/papá relajaros y dejad de sobrevolar sobre las cabezas de vuestros hijos. Ellos son más capaces de lo que vosotros creéis. Vuestros hijos no necesitan padres apisonadoras que allanen el camino. Todo lo contrario, necesitan piedras que sortear o con las que tropezarse porque solo así aprenderán. Recordad: el mejor maestro es nuestro último error.

Conclusiones finales

Espero que si has llegado hasta aquí mis reflexiones te hayan ayudado a ver las cosas de otro modo. Quizás no estés de acuerdo conmigo o quizás sí. Sea como sea, la cuestión es que hayamos parado máquinas un momento y reflexionado sobre si es bueno o no pedir los deberes por WhatsApp. Sobre este tema os recomiendo también la lectura de este artículo, escrito por mi colega de profesión María Jesús Campos titulado WhatsApp en la puerta del cole. Un post que creo que os puede ser de gran utilidad. De modo que os animo a leerlo detenidamente.

Y ya para finalizar, quisiera invitaros también a leer una entrada que escribí sobre los grupos de whatsapp “El día que decidí no contestar más el whatsapp del grupo de padres del cole“.


Si este post te ha resultado interesante te invito a compartirlo en tus redes sociales para que pueda llegar a otros padres y madres que, como tú, se interesan por mejorar día a día en su función educativa. Pero antes de irte permíteme que te recomiende otros artículos que he publicado en la sección Escuela de Padres. Quizás alguno de ellos te llame la atenció y decidas quedarte un tiempo más conmigo.

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Imagen : (c) Can Stock Photo / Antonio_Diaz

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