Revista Política

Pedro Sánchez en Salvados

Publicado el 31 octubre 2016 por Fthin @fthin
Pedro Sánchez en Salvados

Tras la renuncia de su escaño, Pedro Sánchez solamente tardó un día en salir en televisión para dar explicaciones y contar su versión de lo acontecido en el PSOE en los últimos tiempos. Para ello eligió el programa Salvados, de Jordi Évole, escaparate mediático que garantizaba la máxima difusión de sus declaraciones. Apareció tranquilo, sosegado, con un aspecto casual, camisa vaquera y una cara que dejaba entrever las tensiones y desilusiones sufridas últimamente. Ante un entrevistador que no quiso hacer leña del árbol caído, se soltó y su entrevista no decepcionó.

Repartió a diestro y siniestro, argumentando y explicando lo sucedido en el partido. Aprovechando la imagen de mártir que provocó su renuncia al escaño y la simpatía que el débil despierta entre la gente, presentó su próxima candidatura a la Secretaría General del PSOE. Pasó revista a su etapa política, reconoció que se equivocó llamando populistas a Podemos al no ser capaz de ver el movimiento político que suponía y que ahora reivindica para el proyecto de partido que pretende representar. Expuso como resistió, prácticamente en solitario, a una investidura fallida en la que sólo creía él mientras el resto de partidos hacían un paripé de negociaciones, pero en el fondo todos deseaban y estaban preparándose para unas segundas elecciones. Defendió su gestión del NO y mostró su decepción sobre lo ocurrido en el último Comité Federal. Comentó su desilusión sobre la falta de alguna llamada en estos días y que había echado de menos. Habló sobre su enfrentamiento directo con Susana Díaz, a la que agradeció su apoyo en las primarias del PSOE pero cuyo desencuentro fue prácticamente inmediato tras ser proclamado Secretario General. La retó a que diera un paso adelante y se presentara a la Secretaría General del PSOE, porque el partido no puede estar dependiendo de la agenda personal de un dirigente, señalándola directamente como responsable de la situación actual y, por consiguiente, de los hechos ocurridos que terminaron con su dimisión. Lanzó un dardo terrible a Felipe González al afirmar que el Felipe del 82 también habría votado NO a la investidura de Rajoy. Exteriorizó el desengaño personal que le supuso ver a Antonio Hernando defendiendo la abstención en la investidura de Rajoy. Escenificó la fractura que existe entre dirigentes y unos militantes a los que pretende recuperar y darles voz y una mayor participación en su proyecto para el PSOE. Tuvo tiempo hasta para hacer propaganda de la web que ha puesto en marcha para recoger apoyos ( http://sanchezcastejon.es/).

Pero lo más destacado fue que mencionó, con nombre de personas y empresas, como el sector financiero y medios de comunicación le presionaron para que aceptara a Rajoy como Presidente y se alejara la posibilidad de buscar un gobierno alternativo " Ha habido medios de comunicación que me dijeron que si pactaba con PODEMOS, iban a ponerse en mi contra. 'El País' ha sido uno de ellos". Como decía Antonio Maestre en twitter " Un ex secretario general del PSOE reconociendo en prime time que El País y el IBEX impidieron un gobierno de izquierdas". En primer lugar, lo que dijo Pedro desmonta el argumentario que defendía el PSOE en el que se culpaba a Podemos de que Rajoy fuera ahora Presidente por no haber apoyado a Sánchez en la anterior legislatura. Pero, lo más importante, pone en boca de un protagonista de los hechos lo que todos conocemos pero de lo que no tenemos pruebas, esto es, la influencia directa de los poderes reales en el ámbito político. Cómo, mediante los diferentes resortes del sistema, a través de los medios se construye la opinión publica en función de los intereses empresariales de las corporación dueñas de los mismos, marcando los límites de lo que está o no permitido. Esta situación, no por conocida pero nunca antes afirmada por nadie de tal relevancia con tanta rotundidad, muestra la debilidad de nuestra democracia y cómo está amenazada por los poderes financieros y oligarquías empresariales que subyugan a los partidos políticos para su propio beneficio. No se trata de algo baladí, sino de algo realmente grave que cuestiona el funcionamiento de nuestro sistema democrático, ya que pone de manifiesto que quiénes determinan los que pasa en este país son unos actores que no se presentan a elecciones.

Un ex secretario general del PSOE reconociendo en prime time que El País y el IBEX impidieron un gobierno de izquierdas.

- Antonio Maestre (@AntonioMaestre) October 30, 2016

En definitiva, las palabras de Sánchez condensaban sinceridad, dolor y (también) rencor a partes iguales. Sinceridad, más allá de que se pueda comprobar la veracidad de sus afirmaciones, porque él contó su verdad y eso se transmitía en la sus palabras. Una de las críticas a Pedro siempre fue su impostura y cierta artificialidad, pero ayer destilada naturalidad. El creía lo que contaba. Y dolor y rencor por las decepciones sufridas y por haberse sentido coartado por poderes internos y externos para poner en práctica su proyecto para el PSOE en el tiempo que fue Secretario General del partido. Sin duda ganó muchas simpatías pero, a pesar de su empeño en poner en marcha una candidatura renovada para dirigir el PSOE, se presentó con una persona que parecía que estaba ya más fuera que dentro de la política. Solamente así se puede entender que denunciara todo los afirmado justo en estos momentos cuando antes no sólo no lo hizo sino que lo negó. Ahora se siente sin ataduras, sin nada que perder y eso lo transforma en alguien incontrolable, lo que lo vuelve peligroso y poco estable o confiable. Se puso el mundo por montera, dando una imagen de Quijote loco luchando contra molinos de vientos, como bien le dijo Évole, el individuo que lucha contra los poderes. Pero para triunfar en política hace falta más que tener la razón de tu parte y él no es uno de los personajes de James Stewart en las películas de Capra.

Sin duda, la entrevista fue precipitada y la decisión de hacerla fue tomada demasiado en caliente. Cada uno es libre para elegir su propio suicidio y Pedro Sánchez optó por la televisión en prime time para escenificar el suyo. No obstante, esto es política y todo puede suceder, más en este impredecible y fracturado PSOE. Aunque, visto lo visto, lo que pasará finalmente parece seguro que será aquello que permita el poder económico-financiero y que beneficie a los intereses de sus compañías.


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