El pobre Pedro Sánchez, bisoño todavía en los entresijos y prácticas del poder, está asustado ante la avalancha de presiones que está recibiendo, algunas con ofertas que él nunca podría rechazar. Le presionan desde Europa, desde el Ibex 35, desde los grandes poderes mundiales, algunos encarnados en Felipe González y, sobre todo, desde su propio partido y todos le dicen que ni se le ocurra pensar en una alianza con Podemos porque es vital para Occidente que España tenga un gobierno en el que no participe Podemos, fuerte, seguro y estable, que inspire confianza, que asegure la lealtad a sus aliados y que garantice el pago de las deudas y las inversiones extranjeras. ---
La avalancha de llamadas a Pedro Sánchez es abrumadora y le llegan desde todos los ámbitos y rincones. El joven político está comprobando en carnes propias lo que significan la globalización, los mercados y los poderes ocultos que controlan el mundo. Dicen en su entorno que de todas las presiones recibidas, la mas sólida e impresionante ha sido la de Felipe González, que le ha hablado con autoridad, como si representara al poder real que mueve los hilos. Otras de las advertencias serias proceden de grandes empresas españolas y de su propio partido, donde los poderosos virreyes socialistas de Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha y otros le han advertido que el papel del PSOE está en la oposición, para reconstruirse y reforzarse, nunca integrando una alianza "demencial" con Podemos.
Felipe González le habría advertido no sólo la "preocupación" de los grandes poderes mundiales ante una posible alianza del PSOE con Podemos y otros grupos de izquierda para gobernar España, sino también su convencimiento de que esa alianza significaría, en pocos años, la desaparición del PSOE como partido político.
La estrategia que le recomiendan es prestar a Rajoy, de manera disimulada y sin evidencias escandalosas, el apoyo necesario para que gobierne en minoria, a cambio de que Rajoy asuma algunas líneas sociales que estaban en el programa del PSOE y no en el del PP. La forma de plasmar ese apoyo le corresponde a él, como secretario general, pero le aconsejan que parte de su partido se abstenga para facilitar la designación de Rajoy, por mayoría simple, en una segunda votación.
Los miembros del PSOE que han conocido la potencia de las presiones recibidas están impresionados y se muestran sorprendidos ante la importancia que la comunidad internacional está otorgando a la estabilidad de España. No sólo Europa no quiere una nueva Grecia y a Podemos tomando decisiones en España, sino que el rechazo a cualquier participación en el poder de la formación de Pablo Iglesias llega desde Washington, la OTAN, Wall Street, la City de Londres, el FMI, grandes empresas y grupos financieros muntinacionales, Alemania y algunos foros, instituciones y grupos semisecretos del poder mundial.
Algunos interpretan las presiones no tanto como un veto a Podemos sino como la exigencia drástica de que España cuente con un gobierno fiel a las reglas del juego internacional, que sea capaz de garantizar el pago de la ingente deuda contraída en los mercados.