Sánchez acudió a Cataluña con el mejor pienso para toros de España, dinero, mientras que para el resto –con excepción del País Vasco—reserva lanza, banderillas, espada y puntilla. Las grandes inversiones, como con Franco, para los nacionalistas.
Su talante torero viene de cuando quiso ser jefe de la cuadrilla socialista y lo echaron. Renunció a grandes plazas y volvió de maletilla por los pueblos de España con un coche, decía que destartalado.
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