Pedrosa celebra su quinto triunfo en Sachsenring -EFE.
Su currículum de éxitos, con tres campeonatos del mundo como grandes logros, no es tan amplio el historial de lesiones, que supera la docena. Por su constitución Dani Pedrosa (Sabadell, 1985) es más propenso que otros pilotos de MotoGP a hacerse daño cuando se cae y este año se ha operado tres veces, dos la clavícula derecha y una la izquierda. Contratiempos que han hecho que, llegado el ecuador del curso y con cuatro ceros en el casillero -todo empezó en Le Mans tras la famosa maniobra de Marco Simoncelli-, el catalán esté a 70 puntos del liderato. Pero el talento no entiende de calculadoras y en Sachsenring Pedrosa volvió para merendarse en la recta a Casey Stoner y a Jorge Lorenzo y lograr un triunfo convincente. El catalán está de vuelta y puede acabar convirtiéndose en el juez de un campeonato dominado hasta ahora por Stoner, disconforme otra vez con el rendimiento de su moto -habló de problemas de adherencia en el flanco del neumático- y muy frustrado por el brillante adelantamiento de Lorenzo en la última curva de la última vuelta. Entre ambos hay ahora sólo 15 puntos de diferencia. 11 es el número de tripletes que acumula el motociclismo español: en Alemania a la victoria de Pedrosa en MotoGP se sumaron la tercera consecutiva de Marc Márquez en Moto2 -con lo que se acerca a 47 de Bradl-, y la de Héctor Faubel en 125cc, ganador por vuelta rápida ante Johann Zarco, pues los dos cruzaron al línea de meta a la vez."No, no me esperaba para nada esta victoria", se sinceró Pedrosa, vencedor en Sachsenring por quinta vez en su carrera, cómodo en un circuito repleto de curvas de izquierdas que le exigían menos forzar el hombro derecho: "Hemos vuelto y hemos ganado ya". Incluso buscó a Lorenzo en la vuelta de honor. Se felicitaron mutuamente: donde antes hubo distancia ahora hay, como mínimo, respeto y cordialidad. Una rivalidad sana fuera y dentro, donde Pedrosa superó a su rival a nueve vueltas del final por aceleración. Tres más tarde, Lorenzo también cedió ante Stoner, muy preciso en un interior.
"La última curva más rápida de mi vida"
Parecía que el australiano se escaparía, pero Lorenzo reacció haciendo de tripas corazón, arriesgando en el último giro para comerse a Stoner en la última con otro interior después de haberse precipitado en la anterior. Un adelantamiento que celebró como una victoria y que le permitió rebajar cuatro puntos más su desventaja con el líder. Un movimiento bello en su ejecución y meritorio en su fondo, ya que Lorenzo tenía "mucho dolor en el antebrazo izquierdo, pero al final he ido encontrar las fuerzas". Tanto como para hacer "la última curva más rápida de mi vida". El campeón ha recortado 13 puntos de desventaja en dos carreras. Siete, récord personal, son las que acumula Stoner estando en el pódium. Mientras que 51 son los cajones que lleva Pedrosa en la categoría reina, con lo que iguala a Àlex Crivillé, al que también empata a 37 triunfos en las tres categorías, el mismo registro de Jorge Martínez Aspar y el propio Lorenzo.
Quien no piensa en récords, sino en mejorar lo más rápido posible es Valentino Rossi, que no gana una carrera desde octubre en Sepang. Desde su aterrizaje en Ducati Il Dottore no puede competir con los mejores y en Alemania acabó noveno a casi medio minuto de Pedrosa, aunque el problema venía de atrás, pues partió penúltimo, 16º. Rossi está confundido con la Ducati: no tuvo feeling con la que comenzó la temporada ni lo tiene tampoco con la que utiliza ahora, más enfocada a la del curso que viene, ya con motor de 1000cc. Más papel tiene ahora su compatriotra Andrea Dovizioso, el tercero en discordia en el Mundial a 36 puntos de Stoner, y que superó a Simoncelli a falta de tres vueltas para ser cuarto. Séptimo y "después de habérmelo pasado genial" acabó Álvaro Bautista, eufórico tras quedar por delante de dos campeones de la categoría como Nicky Hayden y un tal Rossi.