A través del peeling químico se eliminan distintas capas de la epidermis. Dependiendo de la profundidad en la que se necesite trabajar el peeling será más o menos profundo. Para conseguir esa exfoliación de la piel se utilizan agentes químicos irritantes o cáusicos.
Cuáles son las indicaciones de un peeling químico
Es habitual utilizar el peeling químico para mejorar la piel cuando: está dañada por el sol, se quiere disminuir las arrugas, para tratar la rosácea, para eliminar las manchas de la piel o para mejorar el aspecto de cicatrices de acné o varicela. Además, es posible actuar sobre los efectos del estrés, la fatiga o el proceso de envejecimiento.
El peeling consigue, además, aumentar la producción de colágeno y elastina de la piel, obteniendo una piel firme y suave.
Existen algunos casos en los que no es recomendable la realización de peeling químico. Desde Sebbin nos indican algunos de ellos:
- Existencia de herpes simple en la zona a tratar.
- Cuando el área ha sido sometida a una cirugía o tratamiento reciente (en los últimos seis meses) que ha podido alterar la estructura cutánea.
- Ante casos de enfermedades inmunosupresoras.
- Antecedentes familiares de queloides o desarrollo de hiperpigmentación post inflamatoria.
- Embarazo y lactancia.
Dependiendo del efecto que se quiera conseguir y de las características de la piel de cada persona, se podrá utilizar tres tipos de peeling químico: superficial, que atenúa cicatrices y arrugas finas; medio, que trabaja sobre las arrugas finas y de profundidad media, así como manchas solares; y profundo, que actúa sobre arrugas superficiales, medias y profundas, así como sobre queratosis y manchas solares.
Tras la realización de un peeling químico es normal que la piel muestre una reacción cutánea similar a la de una quemadura solar. Dependiendo de la intensidad del peeling realizado ese enrojecimiento puede durar sobre un día para los superficiales, un mes para los medios y varios meses para los profundos.
Para que el resultado del peeling químico sea extraordinario será preciso tener en cuenta algunas variables que pueden influenciarlo y que el profesional sabrá valorar perfectamente, como nos cuentan desde Sebbin:
- En los pacientes hay que tener en cuenta el fototipo, el grado de fotoenvejecimiento y sus características genéticas.
- En el ácido que se utiliza, será conveniente comprobar su fortaleza, la cantidad utilizada, el tiempo de contacto con la piel, el intervalo entre las sesiones y los cuidados anteriores y posteriores al peeling.
Fuentes:
Asociación Española de Dermatología y Venereología.
Sociedad Española de Medicina Estética.