Pegaditas: El descenso I (2005) y II (2009).

Sarah es una de esas mujeres que gustan de la vida al aire libre, hacer deportes un tanto extremos y que parece la mamá ideal. Tras una experiencia dolorosa, su grupete de amigas le propone para hacerla sentir mejor, incursionar en un descenso a las famosas grutas "tal"- no recuerdo el nombre sepan disculpar. Pero como en el grupo siempre hay una medio pavota, terminan en unas cavernas que no son las que creían, no tienen mapas ni GPS a mano y terminan metidas en un laberinto rocoso sin conocer la salida y en el buscar y buscar sufren algún que otro accidente y por supuesto darán con la pesadilla más grande de sus vidas. El tema de este film parecería bien simple, hemos visto varias pelis donde la gente se mete donde no debe y así les va. Pero esta primera entrega dirigida por Neil Marshall (Doomsday) en su momento consiguió gran popularidad- algunos premios de por medio bastante importantes para el género- y no encontré todavía aficionados al terror que esta peli no les haya gustado. Para los más cobardones como yo, este es el típico film que te pone los nervios de punta y que termina asustando más por las sorpresas y tensiones que se crean que por el gore que pueda contener.
Es una película que funciona, a mi humilde parecer, porque juega muy bien con los miedos básicos de cualquier ser humano: la oscuridad, los medioambientes desconocidos, los ruidos extraños, etc. Y por otro lado, considerando que el 99,9 % del reparto es femenino, cuenta con personajes originales. ¿Por qué digo esto? pues no sería nuevo que todas las mujercitas de este film terminaran muertas por bobas y torpes, esas que corren y se tropiezan todo el tiempo, que lloran desde que empieza la película hasta que termina. Pero acá no, acá viene el director (o el guionista más bien, que en este caso es el propio Marshall) y nos pone ante lo más real: un grupo de mujeres acostumbradas a las experiencias de supervivencia y entonces reparten pasta, puño y piña sin miramientos. Se defienden, luchan, son astutas y meten miedo tanto como aquello que ronda las cavernas. Eso de la película me encantó porque como espectadora inocente uno termina compensando miedos y decir ilusamente: si ellas pueden yo también. Igualmente la trama se maneja con algún otro cliché de por medio, vamos que la chica tontona que muere rápido por tonta no falta, que a la pobre Sarah nadie le cree cuando se asusta de ciertas cosas que presiente y oye; pero todo está bien manejado porque hasta uno como espectador sabe que la pobre quedó con algún mosquito zumbando de costado después de su tragedia y si ha visto cosas raras, antes nos han insinuado que también alusina y que no se ha repuesto del todo. Asique para este entonces todos nos preguntamos, ¿será que realmente hay algo extraño en esas cuevas o que la protagonista está más loca que una cabra y se las montará a todas con unas tijeras?.
La película es muy claustrofóbica, tiene escenas que realmente te dejan imposibilitada de respirar, que desesperan, esas que te hacen gritar como gil a la pantalla: ¡cuidado!, ¡ay!, ¡no!, ¡epa!. Esos films que no te dejan un minuto sin tensión. Como observación negativa quizá podrían caber dos: tiene un final un tanto "debatiblemente extraño" y para los que están acostumbrados al género y lo han visto todo, este film puede sonarles facilón. No obstante diría que es totalmente recomendable aun para los que como yo no gustan tanto del género.
El descenso II

Cuatro años después llega esta segunda parte que aquí en Argentina se estrenó apróximadamente un par de meses atrás; esta vuelta escrita por un grupito entre los que se encuentra Marshall aunque fuera de créditos y dirigida por John Harris, un editor que debuta con nada más y nada menos que la segunda parte de una peli que tuvo su éxito. Y si bien se suele decir que las segundas partes son flojas, acá no pasa. Tenemos un film que sigue manteniendo la misma tensión que la primera parte, que engancha muy bien desde lo argumental siendo fiel a lo que primero se contó. Veamos, la peli arranca unas horas después del final de la primera con la pobre Sarah en el hospital, sin memoria de lo que ocurrió y con la policía interrogando a medio mundo y buscando al resto de sus compañeras que están dadas por desaparecidas. Acá ya entra el personaje del típico policía encargado de la investigación que es un nabo absoluto que lo único que le importa es dar con las muchachas y sospecha que Sarah en un arranque de locura las mató a todas, asique descubriendo una vieja mina por la que podian acceder a las cavernas arma un grupo de rescate y se la lleva a Sarah con ellos para ver si así se despabila un poco y suelta dónde están todas y qué pasó.
Obviamente no tardará mucho para que a la pobre muchacha se le vengan imágenes a la cabeza, para que el policía nabo se mande un moco que los divide a todos en grupos de dos y para que descubran finalmente la cámara de video con la que se ayudaban a ver en la oscuridad y que además filmó lo que pasó en la realidad de la primera parte. Acá les observo que yo quiero una de esas cámaras porque después de tanto golpe y horas filmando ¡sigue andando!, una masa de cámara. En fin, la película ya apela un pilín más a lo conocido en cuanto recursos narrativos pero eso sigue sin quitarle fuerza. Harris se muestra sólido y fiel a lo que fue la primera, tiene sorpresas que se conectan con la primera y unas escenas finales de antología. Un poco más sangrienta e impresionante que la primera- al menos para mí- pero igual de entretenida y buena. Asique si no vieron ninguna de las dos, dénse sin culpa el panzaso que lo vale y nos dejan picando que puede haber una tercera entrega en el futuro. Los dejo con los trailers de ambas partes.


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