Revista Coaching

Pegar con oro

Por Candreu
Pegar con oroEl sábado, mi hija Inés, que está empezando a dar sus primeros pasos, rompió, sin querer, un viejo incensario que compré en Sevilla hace muchos años. Se trataba de una reproducción en arcilla de una de las chimeneas de la Cartuja de la capital hispalense. No creo que cueste más de 10 euros comprar uno nuevo; aunque este, tenía un cierto valor sentimental. Esta noche trataré de arreglarlo.
Me he pasado la semana entera en Barcelona, y una de las tardes, paseando hacia el barrio Gótico, cerca de Vía Laietana, encontré una vieja tienda de cerámica regentada por una japonesa. Se me ocurrió entrar a ver si ella podía ofrecerme algún material con el que restaurar el incensario. Y me contó esta historia:
A un emperador japonés, una tarde se le rompió su cuenco de té favorito. Decidió enviarlo de vuelta a China, donde se había fabricado, con la esperanza de que los artesanos lo repararan. Cuando le fue devuelto quedó muy decepcionado del trabajo de estos. Habían unido las piezas con láminas de metal y no sólo quedaba feo, sino que además, el té se filtraba por las grietas.
Llevó entonces el cuenco a los artesanos de su palacio, y estos decidieron fijar las piezas con barniz y con partículas de oro. Y así nació una técnica de reparación oriental que se llama Kintsugi. Los objetos reparados con esta técnica incrementan brutalmente su valor, ya que se convierten en auténticas joyas. La prueba de la fragilidad de estos objetos y de su capacidad de recuperarse son lo que los hace bellos.
En nuestras relaciones humanas (profesionales, de pareja...) a veces hacemos daño, o nos hacen daño. Y es necesario perdonar. Quizá la sociedad en la que vivimos nos lleva a exhibir siempre lo bonito, ocultando las heridas, maquillándolas. Sin embargo, además de perdonar, puede ser buena estrategia no ocultar la fragilidad ni la imperfección y reparar esas heridas con el oro del amor, de la fortaleza, del servicio o de la virtud. Y esa relación, seguro, se volverá más fuerte y hermosa.

Volver a la Portada de Logo Paperblog