El western es, en mi opinión, el género cinematográfico peor tratado por la intelectualidad del Séptimo Arte, y digo esto porque hay muchas películas del oeste que trascienden la aventura, la acción y el simple divertimento para adentrarse en el estudio psicológico de sus personajes, a menudo algo más que violentos pistoleros aficionados a las prostitutas y el alcohol. Para aquellos que os negáis, casi por principios estéticos y morales, a dar una opción a este género pero amáis los papeles atormentados, débiles en su aparente fortaleza y, en definitiva, complejos, os estáis perdiendo algo grande con largometrajes como “Centauros del Desierto”, “Solo ante el peligro”, “El hombre que mató a Liberty Valance”, “Pasión de los fuertes”, “Sin Perdón” o el protagonista de hoy: “Johnny Guitar” (1954), rodado durante el auge de la “Caza de Brujas” por un director, Nicholas Ray, que colaboró con perseguidos por el Macarthismo. Por varias razones lo tengo entre mis westerns preferidos: por el magistral uso que se hace del color, por su puesta en escena como si fuera una obra de teatro, por el drama psicológico que se plantea, por el hecho de que el duelo de “machitos” aquí se sustituya por un enfrentamiento entre dos mujeres y, por supuesto, por la omnipresente canción de Peggy Lee (letra) y Víctor Young (música), con el mismo título que la película y que, en opinión de algunas personas (yo no lo tengo tan claro), guarda ciertas similitudes melódicas con la “Danza española número 5 (‘Andaluza’)”, del maestro Enrique Granados. Vamos primero con la propuesta original de la norteamericana Peggy Lee, precisamente la que aparece en este atípico western donde las mujeres son protagonistas; a continuación, la versión del cantante napolitano Renato Carosone; y, para finalizar, la instrumental de los británicos The Shadows. Este año el día de San Valentín cae en sábado, un día poco frecuentado por este blog, por ello he decidido adelantar la efeméride a esta cita con las versiones (el viernes volveré con otra canción romántica). En “Johnny Guitar” encontraréis una de las escenas más rabiosamente románticas jamas rodada –aquí la podéis ver-; la primera parte del diálogo entre Johhny y Vienna es de los que no se olvidan:
Johnny: ¿A cuántos hombres has olvidado?
Vienna: A tantos como mujeres tú, me imagino.
Johnny: ¡No te vayas!
Vienna: ¡Pero si no me he movido!
Johnny: Dime algo bonito.
Vienna: Claro ¿Qué deseas oir?
Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado estos cinco años.
Vienna: Todos estos años te he esperado.
Johnny: Y que habrías muerto si no hubiese venido.
Vienna: Habría muerto si tú no hubieras venido.
Johnny: Y que todavía me quieres como yo te quiero a ti.
Vienna: Te quiero como tú me quieres a mi.
Johnny: Gracias.
¡Espero que el sábado tengáis un bonito día de San Valentín!
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