"Antes eran niñas, ahora son gatitas"
No soy de las personas que suelo estar al día con las noticias, porque a pesar que a la hora de comer y cenar siempre está puesto el telediario en mi casa, soy más de las que hablo sobre otros temas y a penas presto atención o comento poco acerca de lo que ponen. Pero hoy me he enterado del caso de Cristina Martín y lo peor del asunto ha sido cuando he escuchado que por lo visto había quedado con su agresora para pegarse entre ellas por un chico. ¿Un chico? Como le he dicho a mi madre… “Yo, a los 13 jugaba con muñecas”, es verdad que piensas acerca de los chicos, pero de ahí a pegarte, e incluso morir por otra persona… Son palabras mayores.
A veces me pregunto qué es lo que está sucediendo, como es que los niños de hoy en día están el doble de adelantados o como es posible que muchos de ellos ni piensen en estudiar, o ni tan siquiera les preocupe trabajar. Simplemente les interesa salir y divertirse. Sé que no todos son de esa misma forma de pensar, afortunadamente hay algunos que son un poco mas cuerdos pero… Es preocupante ver lo que está pasando. A parte del otro tema, los embarazos no deseados, en mi trabajo que está muy relacionado con los niños lo vemos muy a menudo. Vemos muchas parejas alrededor de los 20 años con un crío o dos, y también hemos visto casos (demasiado de cerca) que de la noche a la mañana se han visto con la sorpresa de la llegada de uno más en la familia, con un novio al que no quiere y con sueños por delante que se han quedado en nada.
Es complicado saber quién eres, llegarte a conocer plenamente a ti mismo, saber que va a suceder en tu vida, como quieres llevarla, a donde quieres llegar, qué quieres hacer… En otras palabras, es complicado conducir tu propia vida sin tener muy claro qué es lo que quieres, lo que eres y como eres realmente. Lo sé, porque yo me siento en muchas ocasiones así, sin saber muy bien donde estoy o dejo de estar. Pero eso no implica que pierdas tu norte o tires la toalla, prefieras seguir viviendo como hasta ahora, preocupándote por salir, divertirte y evadirte. Ese es el camino mas sencillo por escoger, pero el que realmente merece la pena es el otro. En el que acabarás por aprender algo que te beneficiará.
A veces cometemos fallos, errores que se podían haber evitado si se hubiera pensado antes y no te hubieras dejado llevar por la rabia o la venganza. Pero hay otro tipo de errores como los de Cristina Martín, que no se pueden perdonar, borrar e incluso olvidar fácilmente. Creo que eso nunca desaparecerá… Y lo peor de todo es que la razón fue una tontería: "por un chico". Y es que ni las peleas de gatas ni las de gallos, merecen la pena.