Revista Política

Pelicula de malos y malos.

Publicado el 04 abril 2013 por Torrens

La corte suprema de la India ha fallado contra Novartis en un litigio de más de 7 años por la patente de Glivec un fármaco anticancerígeno desarrollado por Novartis, pero fabricado como genérico por laboratorios hindúes. Pfizer y Roche están pendientes de resolución en casos semejantes que muy probablemente acabarán como el de Novartis. 

El problema parece que se originó porque las leyes hindúes respetan las patentes internacionales pero por un período de tiempo sensiblemente más corto de lo que es habitual, lo que constituye la principal razón porque la India fabrica el 20 % de los fármacos genéricos que se venden en el mundo.

La noticia ha sido recibida por muchos con repique de campanas y en parte tienen razón, pero yo no lo veo tan claro, en mi opinión la noticia tiene muchos nubarrones no despejados. Creo que alrededor de esta noticia ha habido mucha reacción simplista.

Es cierto que muchas multinacionales farmacéuticas abusan de sus patentes hasta límites increíbles, pero también es cierto que gastan muchos miles de millones de Euros en investigación, con el agravante que solo parte de los procesos de investigación que inician acaban produciendo un producto comercializable (la última vez que vi estadísticas de este tipo hace ya varios años la proporción era de uno a diez en dólares, es decir por cada 10 dólares invertidos, uno producía un producto comercializable) y por lo tanto, y partiendo de la base que dichas multinacionales no son instituciones benéficas sino más bien lo contrario, es lógico que el producto comercializable acabe pagando los gastos en investigación de los procesos que acabaron en nada. Lo que ocurre es que muchas multinacionales farmacéuticas utilizan este razonamiento lógico como excusa para pasarse varios pueblos a la hora de cargar la mano en el precio de sus productos patentados, dando de esta forma motivación y razones a los que buscan cualquier truco legal para saltarse la protección de sus patentes.

Pero los que fusilan las patentes de las multinacionales farmacéuticas no son precisamente hermanitas de la caridad, creo que todavía están más lejos de ser  instituciones benéficas que las mencionadas multinacionales. ¿O es que alguien se cree que los laboratorios hindúes que se forran vendiendo y sobre todo exportando genéricos de patentes de otras empresas van a invertir ni un céntimo de Rupia en las más simple investigación científica?.

Los 25.000 € anuales que cuesta el tratamiento con el Glivec original de Novartis están fuera del alcance de la mayoría de habitantes del planeta, pero los 1.500 € anuales de coste del genérico fabricado en India también están fuera del alcance de la gran mayoría de ciudadanos hindúes y de la gran mayoría de personas a las que esta decisión judicial se supone que ayuda. Sobre todo si se tiene en cuenta que los millones de pacientes que se supone que van a ser beneficiados por esta decisión viven en países donde la Seguridad Social es mínima o inexistente, hecho que ya es grave en países africanos, algunos con abundantes recursos naturales, donde la población tiene un nivel de vida escalofriantemente bajo mientras sus líderes disfrutan de un nivel escandalosamente alto, pero que en el caso de la India no tiene absolutamente ninguna justificación, porque es uno de los países, junto sobre todo con China, que ha alcanzado ya un nivel industrial y un volumen de comercio exterior equivalente al de un país desarrollado, pero mantienen una estructura social medieval y la mayor parte de sus trabajadores perciben salarios que solo les permiten rozar el nivel de pobreza, aunque frecuentemente desde abajo.

Centrando el resultado de esta decisión en la propia India, creo que beneficiará a los mejor dotados económicamente y a la creciente pero todavía escasa clase media, el resto deberán esperar que alguna O.N.G. les incluya en algún programa de ayuda para que puedan ser tratados con el Glivec genérico. Alrededor de tres años atrás los periódicos publicaron las conclusiones de un informe de la OMS que aunque planteaba un balance general favorable a los genéricos fabricados en India bajo litigio, decía que a pesar de la espectacular reducción de precios, estaban muy lejos de haber alcanzado una cobertura generalizada de los pacientes que la precisaban. Sin embargo hay un grupo que si va a ser muy beneficiado por la decisión: los propietarios de los laboratorios hindúes que fabrican las copias, que van a continuar forrándose sin invertir un céntimo en investigación.

La solución del problema creo que no está en encontrar trucos legales para saltarse las patentes, porque solo cambia el malo de la película, sino en imponer controles y obligar a las farmacéuticas a aplicar precios que les compensen sus inversiones en investigación pero sin vender sus fármacos como si sus tabletas fuesen de oro. Pero esta solución de momento está en el área de la utopía, y lo seguirá estando mientras el mundo esté bajo el dominio de las multinacionales gracias al liberalismo salvaje que nos han impuesto sin que nadie lo haya votado, ni a favor, ni en contra.

 


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