Realizada para conmemorar el décimo aniversario de la Revolución de Octubre, narra los acontecimientos sociales ocurridos en la ciudad de St. Petersburgo, convertida en la nueva Leningrado. A diferencia de Eisenstein, especialista en registrar con la cámara los movimientos masivos, Pudovkin trata el levantamiento popular de una forma intimista y reflexiva, desarrollando la historia a través de las vivencias de sus protagonistas.