Película: El juicio de los 7 de Chicago

Título:El juicio de los 7 de ChicagoDirector: Aaron Sorkin
Guionistas:Aaron Sorkin

Género: Drama
Duración:2h 10 min
Puntuación: 8
En 1969 se celebró uno de los juicios más populares de la Historia de Estados Unidos, en el que siete individuos fueron juzgados tras ser acusados de conspirar en contra de la seguridad nacional. Este hecho traería una serie de conflictos sociales (manifestaciones, movimientos ciudadanos) que pasarían a la posteridad en una época de grandes cambios en todos los niveles del pueblo norteamericano.Últimamente me encantan las historias sobre juicios. Películas como Anatomía de un asesinato o Doce hombres sin piedad, por poner algunos de los ejemplos más clásicos. Por eso El juicio de los 7 de Chicago era una película perfecta para mí, y encima basada en hechos reales. La he disfrutado como una enana. 
Como ya he mencionado, la película cuenta un caso real: durante Convención Nacional Demócrata en EEUU, en 1968. Durante esta convención, se organizó una protesta masiva contra la guerra de Vietnam. Muchísima gente acudió a Chicago en masa para manifestarse pacíficamente en contra de esto. ¿Qué pasó? Bueno, pues lo que siempre pasa: la cosa se salió de madre y los 7 de Chicago, representantes de diferentes fracciones y grupos, fueron llevados a juicio como responsables del conflicto. Dicho así esto puede parecer un poco rollo, sobre todo si no tenéis mucha idea de la historia política de EEUU, como era mi caso. Sin embargo, no os preocupéis: la película explica muy bien desde el principio cuál es el contexto histórico y político, las posturas y las intenciones de los personajes principales y los conflictos políticos latentes. Te enteras bien desde el principio. Aunque tenga mucho peso político, no se hace un rollo. 

Para durar dos horas largas, El juicio de los 7 de Chicago se hace muy amena, y eso es de lo mejor que tiene. Contada a través de flashbacks y desde puntos de vista de distintos personajes, se hace dinámica, rápida de ver y nada monótona. La película engancha, crea intriga: el espectador está deseando saber cómo se desarrollará el juicio, y también obtener más información de qué fue lo que pasó realmente durante las manifestaciones. ¿De quién fue la culpa? ¿Quién inició la violencia? Tendremos numerosas versiones, testimonios, puntos de vista diferentes. 
Además, esta película mezcla drama y humor de forma magistral. Sobre todo a través de los dos mejores personajes: Abby y Jerry, dos auténticos hippies que nos van a regalar momentos para el recuerdo, sobre todo Abby. Los comentarios mordaces, su actitud tranquila y pasota, sus actos de protesta y de crítica ante lo que estaba sucediendo... todo esto aporta un toque muy cómico a la película que le viene muy bien, sin restarle seriedad al asunto. 
Lo mejor de esta película para mí son los momentos más grises: discusiones entre los propios acusados, que no se ponen de acuerdo con sus posturas y diferencias políticas, a pesar de que tienen una base común; o la propia figura del fiscal, muy alejada de ser el típico "villano". De todas formas, El juicio de los 7 de Chicago es clara durante la mayor parte del tiempo: deja clara su postura política y nos hace ver que estamos ante una auténtica injusticia, aunque a veces esto lo último lo exagere innecesariamente. Se le ha criticado por esto, pero la verdad es que a mí no me ha molestado ni me ha parecido incorrecto el mensaje que manda. Y sí, tiene algunos momentos, como el final, que son un poco americanada, para qué negarlo. Yo no tengo problema con esto. Entiendo que, al final, también es una película y hay que meterle un poco de chicha, de epicidad, y de esos mensajes llenos de esperanza y que tanto nos gustan. 
En resumen:El juicio de los 7 de Chicago es una película que narra unos hechos reales y que, como su nombre indica, se basa en un proceso judicial, cosa que yo disfruto enormemente.Se hace amena, entretenida y engancha, alternando pasado y presente.Los personajes son muy distintos entre sí y merecen mucho la pena, sobre todo Abby y Jerry, que aportan los momentos de humor de la película.Correcta, con un potente mensaje, una crítica ante esta enorme injusticia y una representación muy buena del panorama político y las tensiones de la época.