SINOPSIS.
Australia, 1915. Mientras Europa arde en una sangrienta guerra, ésta aún no ha llegado a las Antípodas. Será cuestión de tiempo que Australia, como país aliado, suministre soldados para luchar con el bando aliado. De entre estos soldados, 2 corredores de velocidad (Archie y Frank) serán reclutados, entrenados y enviados a Gallípoli, para enfrentarse al ejército Turco. Durante este tiempo, los 2 amigos intentarán sobrevivir a base de matar el tiempo, ser felices y preguntarse porqué se han alejado tanto del hogar, cuando lo que más les gusta es correr. No tardarán en darse cuenta de que la Guerra es el peor enemigo al que hayan podido enfrentarse en sus vidas.
OPINIÓN.
Cuesta ver una película tan desgastada (y no por ello, mala) del que siempre se ha puesto como obra maestra (o casi). Pero hay que reconocer que la velocidad de la película (el ritmo de cómo se cuenta la historia) es bastante inusual, teniendo en cuenta de que no aportaba nada nuevo en su época, pero hay que reconocer que sorprende bastante ver a un joven Mel Gibson (tenía 25 años cuando rodó ésta cinta y ya era famoso por "Mad Max") y también pensar de que el director, Peter Weir, sería el que más tarde dirigiría a Jim Carrey en la excelente "El Show de Truman". Centrándome en la película, refleja de forma simple y sin heroísmos baratos o exagerados, la gesta de unos jóvenes soldados enviados a morir (seamos claros, eso fue lo que pasó) en una Guerra que sin bien toda Europa padecía, muchos en el resto del mundo, apenas la entendían. No olvidemos que los caídos de ésta batalla en Galípoli son honrados como héroes (al formar parte del ANZAC "Australia New Zeland Army Corps) cada año y que la historia ha dicho de ellos que demostraron un gran valor en el campo de batalla a pesar de su indisciplina.
Volviendo a la película, he podido hallar aspectos psicológicos en todos los personajes, pero también hallamos aspectos humanos que podríamos encontrar en cada hombre o mujer a punto de entrar en batalla (los pensamientos, los deseos, las esperanzas, los miedos, las alegrías) y que conforman un cuadro plural de ésta aventura. La fotografía es sencillamente impresionante, no solo porque ya es de por si difícil rodar en medio del desierto sino que también hallamos cambios entre desiertos tanto en Egipto o Australia como escenas en el mar y también en interiores que suavizan el marco bélico. Los paisajes son incomparables ( a destacar la escena en que los 2 amigos persiguen un camello en medio del desierto de Australia, acompañado por la música del exquisito Jean Michel Jarre).
A pesar de los años que han pasado de ésta cinta, siempre la recomiendo ver en cualquier tipo de día (no solo de lluvia como siempre se suele decir), sino que también es de obligada visión para entender cómo se involucró Australia en la Gran Guerra y cómo su mando fue del todo incompetente a la hora de enviar a todos esos muchachos a la muerte.
PUNTUACIÓN.
4/5 (Muy Buena).