Aborreciendo el odio
Cortita la filmografía de Tony Kaye, el director que se iniciaba con el lanzamiento de esta película de culto a fines de los noventa. Un drama crudo y perturbador sobre el nazismo, con la misión de hacer reflexionar al espectador y a la vez generarle diversas sensaciones cruzadas.Bestial actuación de Edward Norton en la piel de Derek Vinyard, capaz de mostrar con una naturalidad envidiable dos lados totalmente opuestos sobre actitudes y estados del ser humano, comparable en magnitud a aquella brillante interpretación que supo brindar un año después en la mítica Fight Club.American History X trata sobre la vida de Derek, un “skin head” de California defensor de todas aquellas metas que perseguía la ideología nazi, promulgando el desprecio hacia la raza negra, inmigrantes, judíos y demás etnias que nada tengan que ver con los “ideales” de estos grupos cerrados. Lacrado y manipulado por la agrupación a la que pertenece, el personaje de Edward Norton cae en la cárcel por asesinar brutalmente a un hombre de color que intentaba robarle su camioneta. Cuando sale de prisión y al toparse de regreso con su familia, nota que su hermano menor (Edward Furlong) lo ha escogido como un modelo a seguir, algo que Derek ya no puede aceptar e intenta erradicar esa idea de su mente.Tony Kaye, a cargo también de la fotografía, acierta en los momentos en los que busca convocar a un drama que agite y angustie, a partir de flashbacks fundidos en blanco y negro para teñir a la narración de un mayor sentido de emotividad y movilización.El mensaje es claro y va cobrando fuerza a medida que el film avanza y se interioriza al observador en la realidad de lo que le ha sucedido a nuestro protagonista. Una proyección en donde se remarca que el odio no hace más que acarrear más odio, y que muchas veces los individuos son influidos y manejados por determinados clanes que estimulan y sacan a relucir lo más oscuro de su personalidad al punto tal de no saber comprender lo irracional de sus acciones.
LO MEJOR:de a ratos perturba. Edward Norton en impresionante actuación, de lo mejor de su carrera. Bien narrada, moviliza, agita.LO PEOR: la banda sonora no es de lo mejor, de hecho no ayuda a intensificar las sensaciones que sugieren las imágenes.
PUNTAJE:8,3