Revista Cine

Películas que nos marcaron: La visita de Scotty. Psicosis

Publicado el 08 marzo 2010 por Crowley

El amigo Scotty, autor del genial e imprescindible blog "El blog de Scotty" (que no sé a qué estais esperando para visitar) no se anda con tonterías y apuesta para esta sección por una de las más grandes películas que se han rodado jamás. Psicosis.
Les dejo con su interesante y maravilloso análisis. Y si se quedan con ganas de más, ya saben, no dejen de visitarle en sus tierras blogueras. La estancia allí no les decepcionará lo más mínimo, como tampoco lo hace aquí su visita.
Atendiendo muy gustoso y sintiéndome muy honrado ante la solicitud de Crowley, el artífice y responsable del magnífico blog Tengo boca y no puedo gritar, le envío estos comentarios para contribuir con ellos al post que tiene en su blog sobre las películas que marcaron la infancia, adolescencia o juventud de sus amigos blogueros. He aquí algunas reflexiones precipitadas, notoriamente escasas (¡ay, la falta de tiempo!) y seguramente en exceso subjetivas sobre una de las películas que considero que más me marcaron (si no la que más) desde que las vi por primera vez. Elijo Psicosis. Da la casualidad que este año se cumple el cincuenta aniversario de su rodaje y se la está recordando y homenajeando por tal motivo. Aprovecho esta coincidencia para contribuir con mi comentario a ese homenaje aunque sea tan modestísimamente. Mi elección había sido hecha antes de tener conocimiento de esa efemérides. Solamente ha sido una casualidad. Una feliz casualidad.
Mamá me complica la vida
Psicosis es una de las películas que más veces he visto. Hay otra con la que rivaliza y no sé cuál de ellas ganaría si hiciera recuento y esa otra también es un Hichtcock: Vértigo. No suelo repetir la visión de una película por una razón muy sencilla: hay tantas y tantas películas que ver… tantos y tantos libros que leer…
Pienso, quizá erróneamente que si hay que volver sobre alguna película ya vista o sobre algún libro ya leído, debe de hacerse solo en casos muy puntuales y por razones muy concretas o perderemos un tiempo precioso que nos permitiría conocer y disfrutar otras tantas y tantas películas distintas y otros tantos y tantos y libros diferentes…Y hace falta tanto y tanto tiempo para experimentar otras tantas y tantas otras emociones… Pero Psicosis es una película que me puede y la reviso una y otra vez.
Cada vez que la veo descubro que me provoca nuevos terrores y hace que me recorran nuevos escalofríos. Psicosis es para mí una película perfecta. Es la película que más me aterra y, objetivamente, una de las que menos elementos de terror maneja: sólo hay dos muertes. Es la película que más me intriga y en realidad sólo se trata de una muchacha que comete un hurto y acaba asesinada. Es una película “terroríficamente divertida” pues inserta, tras sobresalto y sobresalto (y aun dentro de los mismos), subliminales golpes de humor. Un humor más que negro, negrísimo. Nada nuevo en Hitchcock pero que aquí alcanza resultados especialmente fascinantes.
Cuando empieza la película nada hace prever que los derroteros de una historia tan simple den tantos giros y le depare tantas exclamaciones de estupor al espectador. Y lo genial es que eso no ocurre sólo la primera vez que la ves, como sería lo lógico, ya que en las segundas visiones se ha evaporado el factor sorpresa, sino que en una y en otra, y en otra, y en cada una de las veces que vuelves a visionarla sientes exactamente las mismas emociones… y alguna más inédita, diferente, a pesar de saberte de memoria y al dedillo los planos y las secuencias que vienen a continuación.
Por lo tanto, la estrategia promocional que el propio Hitchcock ideó de “prohibir” al público entrar en la sala una vez empezada la película y exigirle encarecidamente que no revelara el final a nadie, sólo fue otra de la geniales ocurrencias de este gordito malicioso y un tanto sádico. Sepas lo que sepas de Psicosis siempre te va a estremecer a cada nueva visión y te va a provocar un escalofrío de morboso placer cada vez que la veas. ¡Qué susto más rico!, podríamos decir parafraseando un conocido chiste. La ocurrencia publicitaria de Hichtcock no es sino otro de sus macguffins. Psicosis es un Hitchcock en estado puro. Psicosis es la quintaesencia de Hichtcock. Psicosis es la película a la que recurro tantas veces cuando por cualquier motivo mi estado anímico empieza a decaer. Es mi ración de adrenalina y mi chute de celuloide para seguir sintiendo que la vida es excitante y merece la pena seguir buscando y experimentando emociones que te conmocionen y te hagan sentir partícipe de eso que llamamos “la vida”. Miedo, placer, excitación...
El cine es la jeringuilla ideal que te inyecta hormonas adrenalínicas veinticuatro veces por segundo. Hichtcock es el que mejores mezclas de emociones adictivas sabía conseguir, comprobadas sus infalibles recetas para mantenernos excitados y en vilo, ávidos de no perdernos ni una sola de sus películas, ni una sola de sus emociones y ni uno solo de sus sobresaltos. ¡Con qué placer aprendimos a sentirnos amenazados ya desde nuestra más tierna adolescencia viendo una película de Hichtcock! En mi caso, pongo Psicosis en primera posición.
Scotty
Comentarios sobre Psicosis del propio Hichtcock.
“La construcción de esta película fue mi experiencia más apasionante cono juego con el público. Con Psicosis dirigí a los espectadores. Exactamente igual que si tocara el órgano.”
“Apuesto lo que quieran a que otro director hubiera dado a Janet Leight el papel de la hermana pues ha nadie se le hubiera ocurrido matar a la estrella a la mitad de la película. Eso hizo que el público quedara desconcertado y el impacto y la sorpresa fuese aun mayor”
“Un espectador me dijo escribió diciendo: “Señor Hichtkock, desde que llevé a mi hijo a ver Las diabólicas, se niega a meterse en la bañera. Lo he llevado a ver Psicosis y ahora se niega también a ducharse ¿qué puedo hacer con él?” Yo le respondí diciendo: llévelo a la tintorería.”
“Lo único que me motivó para rodar Psicosis fue la escena de la ducha. La instantaneidad del asesinato. Era algo completamente inesperado. Ese asesinato es como una violación”
“Elegí a Anthony Perkins porque estaba harto de oírle a las jovencitas que era un chico bombón. Me dije: voy a envenenarles su caramelito”
“De Psicosis el argumento me importa poco, los personajes me importan poco. Lo que me importa es el montaje, la fotografía, la banda sonora. Todo lo que con lo puramente técnico podía hacer gritar al público. No es un mensaje lo que intriga al público. No es una gran interpretación lo que conmueve al público. Lo que cautiva al público, lo que emociona al público en Psicosis, es el cine puro”


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