Publicado por Nacho S
“Solucionar los problemas económicos es muy fácil, lo único que se necesita es dinero“. – Woody Allen
Tal vez muchos de estos directores no vieron tan fácil la solución a sus limitaciones económicas y tal vez puede que esa propia limitación fuera la situación perfecta para que estas películas que os listo se hayan ganado un hueco en mi filmoteca.
Aléjense los que busquen efectos especiales, actores consolidados o coches de gama alta. Los filmes que hoy voy a recomendar aquí distan mucho de ser grandes superproducciones, sino que son más bien lo contrario; son fruto del ingenio y la confabulación de guionistas, directores, actores y demás integrantes del equipo. Son películas que sólo necesitan una buena historia, fuerza visual y el poder de las palabras.
Hubo una época en la que, por increíble que parezca, Christopher Nolan hacía películas de bajo presupuesto. Sí, y además le salían algunas cojonudas, como Following. Con un presupuesto de 6000$, Nolan nos trae la historia de un escritor que se decide a seguir aleatoriamente a gente por la calle en búsqueda de inspiración. Magnífico debut que presagiaba el talento de un grande. Imprescindible para los seguidores del cineasta, los amantes de las historias intrincadas y los que disfrutan con el cine negro moderno. Rodada en blanco y negro.
Hacer películas de bajo presupuesto es difícil, pero que además sean de ciencia-ficción ya es rizar el rizo. Imaginad que un día en una noche de casa rural con vuestros amigos y conocidos, uno de ellos confiesa que lleva vivo más de 14.000 años, contemplando todo lo que ha ocurrido en la historia desde entonces. Puede parecer una idea rara a priori, pero os aseguro que la película engancha. No está doblada en castellano así que quien desee verla deberá hacerlo en versión original (con subtítulos o no).
- My dinner with Andre (1981)
De producción estadounidense pero está dirigida por Louis Malle, quien se atreve a hacer una película de dos personas charlando en una mesa mientras cenan…y eso es todo. Sí, habéis leído bien. No hay nada más. Durante casi dos horas una persona más cercana al humanismo más terrenal debatirá con su compañero más espiritual y extravagante sobre las cosas que pesan en la vida. Repleta de ideas interesantes, My dinner with Andre es una de esas películas que hay que ver uno de esos días cuando más sentimos la necesidad de tocar la condición humana.
- La jetée (1962)
Ya se ha hablado de El muelle antes aquí en La Cloaca, y no es para menos. Conseguir lo que consigue este mediometraje sólo con imágenes y una voz en off es algo increíble. Y es que la trama trata de un individuo que es seleccionado para viajar en el tiempo para tratar de buscar una solución a la tercera guerra mundial que ha devastado el planeta. La película 12 monos se basó en ella, y aún siendo la de Bruce Willis una gran película, La jetée para mí es aún mejor. No se la pierdan.
- A time for drunkern horses (2000)
En la terroríficamente traducida Un tiempo para los caballos borrachos, Ayoub, un niño de 12 años que vive en el Kurdistán iraní, se tiene que unir a un grupo de contrabandistas para poder pagar la operación que necesita su hermano pequeño, que está muy enfermo. Se trata de una película de las que te toca la fibra sensible de verdad, como podéis deducir por la sinopsis. Este filme fue el debut del director kurdo-iraní Bahman Ghobadi, todo un portavoz para su pueblo. Esta película representa un hito también porque se trata de la primera película en la historia grabada en kurdo.
Hasta aquí las recomendaciones de hoy.