Como lo señalé en La crisis financiera y el fin de la clase media, estamos viviendo un enorme incremento de la pobreza a nivel mundial. Esta vez, un estudio realizado por el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), muestra que la diferencia entre ricos y pobres es cada vez más grande y la clase media es la que más sufre este desarrollo. Vía Valeria Risi, DPA:
El estudio constata una polarización de los ingresos durante la última década: "Por un lado, aumenta el número de personas que viven en el lujo, pero por el otro lado, hay cada vez más pobres", explican Jan Goebel, Martin Gornig y Hartmut Häußermann, autores de la publicación.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización
Los investigadores además de comprobar que la brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor, afirman que esta tendencia alarmante se ve acentuada por el plan de ahorros propuesto por el gobierno alemán. El mismo recarga únicamente a los ciudadanos de bajos ingresos y no a los que ganan bien, critican los autores del estudio. Esto tiene además por consecuencia que la clase media desarrolle un cierto "pánico de estatus", ya que teme perder su nivel de vida y pasar a integrar el grupo de ciudadanos de bajos ingresos. En el año 2000, el 18 por ciento de la población formaba parte de este grupo. En el 2009 esta fracción ya alcanzaba el 22 por ciento.
En Alemania se considera que alguien pertenece a la clase baja cuando gana menos del 70 por ciento del ingreso medio. En el caso de una pareja con dos niños menores de 14 años, esto equivale a un ingreso mensual neto de 1.800 euros, incluidos los beneficios sociales, como el subsidio por hijos. A pesar de que Alemania se encuentre en la crisis económica más grande desde hace décadas, el estudio del DIW constata que no sólo aumentó el número de gente adinerada, sino que además estas personas ganan cada vez más. Forma parte de la clase alta alemana todo aquel que disponga de más del 150 por ciento del ingreso medio, es decir, más de 3.870 euros mensuales. Este grupo pasó del 16 por ciento en el año 2000, a representar el 19 por ciento de la población en 2008.
La clase media es la gran perdedora de la última década, comprueban los investigadores. Un desarrollo éste que pone en peligro la estabilidad de toda una sociedad, como explican los expertos: “El estatus de la clase media no se basa en lo que posee, sino en lo que gana. Se es, por lo tanto, muy sensible a todo cambio que amenace su estatus”.
Quienes se vean afectados por este desarrollo buscarán culpables para esta situación, lo cual puede redundar, por ejemplo, en un incremento de la xenofobia. Al haber un número cada vez mayor de pobres, serán también cada vez más quienes se vean obligados a trasladarse a urbanizaciones poco atractivas, pero baratas, ubicadas en áreas impopulares o en las afueras de las ciudades. Así “van surgiendo barrios enteros, que llevan el estigma de ser barrios de pobres”, explica el sociólogo urbano Hartmut Häußermann, uno de los tres autores del estudio. Estos barrios de pobres están marcados por la “resignación y un pesimismo frente al futuro”, continúa el experto, lo cual es una combinación fatal para los niños y jóvenes que crecen allí.
El Partido Socialdemócrata Alemán, SPD, al igual que Los Verdes y La Izquierda, aprovecharon los datos presentados por el DIW para exigir que en el paquete de ahorros se cargara más a los más ricos del país. El partido democrático liberal, FDP, integrante de la coalición de gobierno, se defendió destacando que la clase media no se ve afectada por los planes de ahorro.
Los jefes sindicalistas, a su vez, ven en los resultados del estudio del DIW la prueba de que "la política errónea de los últimos años causó el desequilibrio social en Alemania”. Una vez más, se critica duramente el paquete de ahorros del gobierno. Claus Matecki, miembro de la directiva de la Confederación de Sindicatos Alemanes, DGB, propuso "transformar el paquete de ahorros en un paquete de ingresos”, para que la clase alta haga también su aporte. Asimismo Matecki dijo que es necesario reducir el empleo precario e imponer un salario mínimo obligatorio de por lo menos 8,50 euros por hora.
________
Fuente: Valeria Risi, DPA
Otros artículos: La pobreza, una cruda realidad en Alemania