Ayer saltaban todas las alarmas, para quien no conozca la noticia aún, voy a contar los antecedentes que me llevan a escribir este artículo. En el día de ayer, en la Universidad de Deusto de Bilbao, al parecer, la red WIFI ha sido hackeada y con la consecuencia de envío de fotos y vídeos privados, de distintos alumnos de esta Universidad, en actitud un tanto comprometida. La verdad que esta noticia me da para reflexionar, y mucho, en esta entrada y ello es lo que voy a hacer.
En primer lugar, ¿dónde se encuentra el límite de la privacidad de una persona? claro está que, cuando realizas una foto o un vídeo comprometido a través del móvil, los riesgos pueden ser infinitos. Lo que yo no logro entender es como jóvenes guardan en sus teléfonos o en sus ordenadores ese tipo de material que resulta privado, en primer lugar, y comprometido, material que daña la integridad moral y la dignidad de la persona en el caso que se haga público. Ayer pasó, mucho material de este tipo ha sido difundido por todo el campus de la Universidad bilbaína y prolongándose a más personas no pertenecientes a la misma. Podría decir que ellos se lo han buscado, pero no es ese el caso, el caso en realidad es la salvajada de publicar ese material, ilegalmente, sin el consentimiento del autor del mismo, ahí está el problema y la gravedad de este asunto.
Los peligros que nos encontramos en la red, ya hablé hace tiempo de ellos en este mismo blog, son infinitos, uno de ellos es el ataque de piratas informáticos que les da igual el tipo de material que consigan, les da igual su publicación, hackean, lo cogen y lo publican. Es ahí donde entra en juego la responsabilidad de cada uno, si tu realizas una foto tuya, desnudo, en el cuarto de baño, recién salido de la ducha para mandársela a tu novia y la mantienes en tu móvil o en el de ella, esa foto, tiene posibilidades de ser encontrada y publicada, cada uno debe saber lo que publica, lo que envía y lo que deja conocer a los demás sobre uno mismo.
En definitiva, espero que encuentren al autor de este hackeo, que pague por la gravedad de sus actos, y se conozca el precio de la ilegalidad. Y en cuanto a las víctimas de esas fotos y vídeos, seguramente, much@s dirán que les da igual, pero otr@s, los que tengan más compromiso, no les dará tanto y opten por denunciar y se corte la difusión, aunque ya complicado, de ese material, lo que si es seguro es que el daño personal, público y a su dignidad va a ser, prácticamente, irreversible, por ello el mensaje que quiero transmitir, sobre todo, a los más jóvenes y adolescentes, es que exista mucho cuidado con lo que se comparte, se cuelga y dejas saber a los demás, porque igual hoy es gracioso pero mañana se puede volver en tu contra y ahí, no habría marcha atrás.
Os dejo con dos vídeos de campañas de sensibilización sobre este tema, esperando que el suceso de la Universidad de Deusto, se resuelva pronto.