No consigo acordarme de quién me dijo una vez que el tiempo es un cruel verdugo al que nadie escapa, un día te encuentras joven, con toda la vida por delante. Pasan unos años y
entregas parte de esa vida a los hijos aunque sabes que seguramente no van a agradecértelo nunca. No importa, lo haces y punto, por amor o por responsabilidad, llámalo como quieras. Pero llega un momento en el que las fuerzas fallan, los años pesan (y mucho) y sólo quieres sentarte en un lugar soleado, bajo un árbol, a ver como aquellos a los que has entregado tu vida continúan con la suya, a ser posible en mejores condiciones de las que te tocaron a tí, para eso te has roto el espinazo por ellos. Eso era así, hasta que llegó una generación, la
nuestra, que se entregó a las comodidades, que puede que pensase que lo conseguido era inamovible, que se durmió en los laureles o que no supo valorar la sangre vertida por sus padres y abuelos para conseguir darnos lo que teníamos y que ahora hemos regalado a cambio de cadenas. No hemos sabido defender lo que tanto costó y que nos regalaron. Ahora, nos va a tocar luchar de nuevo por intentar salvar algo de los restos del naufragio. Menos mal que todavía existen algunos de nuestros abuelos con fuerza suficiente para volver a la brecha y ayudarnos en esto porque si no, mucho me temo que iríamos apañados.
Supongo que habrás visto estos días a los abueletes manifestándose porque son víctimas de la rapiña y el insulto por parte del gobierno. Supongo que te habrá parecido algo 

Contra eso gritan nuestros mayores en los ratos libres que les dejamos entre cuidar de nuestros hijos, hacer milagros para continuar sosteniéndonos a pesar de que están arruinando los últimos años de sus vidas. Vuelven a la lucha para recuperar los que nosotros hemos tirado. ¿No entiendes que estas gentes no lo hacen por ellos? ¿No entiendes que también están luchando, una vez más, por TU jubilación y tus derechos? ¿A qué esperas?. ¿Te vas a quedar con tu indignación calentito en casa mientras tus mayores continúan luchando por ti, como cuando eras pequeño? Puede que haya llegado la hora de valorar si dejamos de darle al “like” y nos unimos a ellos.
