Aparcamos en el pueblo San Martín de los Herreros (Palencia), cruzamos el rio y tomamos una senda hacia el valle, estas montañas no están tan masificadas como pirineos o picos de Europa por lo que ascendemos y descendemos sin cruzarnos absolutamente con nadie.
Subimos por prados hasta llegar a un bosque de hayas y robles, a partir de aquí comienza la fuerte pendiente hasta la cima, sin sendero evidente que se pierde en la nada constantemente. Caminamos en solitario, a bastante distancia de entre nosotros, es buen lugar para disfrutar del silencio y del paisaje. Seguimos hitos que también escasean pero llegamos a la cima sin complicaciones. Arriba encontramos una cruz enorme de metal (se puede ver desde la carretera) y una pequeña "ermita" con una virgen. Comemos algo, hacemos unas fotos y decidimos bajar porque las nubes y el fuerte viento del norte amenazan lluvia. Descendemos haciendo una ruta circular, primero destrepamos una zona de roca y seguiremos bajando hasta llegar al precioso hayedo, caminamos sin sendero, entre hojas que nos cubren a veces hasta las rodillas. Al salir del bosque volvemos a enlazar con la ruta de inicio del valle hasta llegar al coche.
CUADERNO DE ANOTACIONES