Frida es una niña mejicana de 12 años que se debate entre la vida y la muerte atrapada en las ruinas tras el terremoto que ha causado tanto desastre. Su caso suscita compasión, amor y solidaridad, sentimientos que unen y dignifican a los hombres. Méjico está pendiente de ella.
Puigdemont es la cabeza visible de un estrafalario movimiento independentista en Cataluña. Provoca tensión, enfrentamiento y odio.
España está pendiente de él.
¡Qué vergüenza, qué desastre, qué pena!
Seguro que cada país vive sus propios problemas y padece sus miserias pero en Europa ninguno sufre un fenómeno parecido.
Llevaba razón Gil de Biedma cuando afirmaba que nuestra historia es la peor de todas porque siempre acaba mal.