La suerte favorece al alma preparada... o, ampliando un poco el dicho, la fortuna sonríe a aquellos que buscan encontrarla. Ya sea a través de fama, de riquezas o de descubrimiento. Sin importar que busques el final de un río infinito, el significado de los latidos de tu corazón al estar con alguien, la forma de hacerte adulto más rápido o la ruta de los pingüinos... La verdadera fortuna está en maravillarse y de eso va la historia de hoy: Penguin Highway.
|Director: Hiroyasu Ishida|
|Drama, Misterio, Sci-Fi, Slice of Life|
Aoyama es un chico curioso, un investigador nato pese a sus 10 años. Es por ello por lo que para el cada día y evento son una nueva oportunidad y una invaluable experiencia. Y hablando de experiencias, una de sus favoritas es el tiempo que comparte con Onee-san, una joven asistente dental quien se vuelve el amor platónico del chico. así que cuando surge una extraña ola de pingüinos en pleno verano y Aoyama encuentra una conexión entre el suceso y onee-san, el, junto con sus amigos: Uchida y Hanamoto, se darán a la tarea de encontrar solución a la ola de pingüinos...
Estrenada en 2018 y siendo el filme debut de Studio Colorido (en asociación con Wit Studio) Penguin Highway es una cinta animada de 118 minutos que adapta la novela original de Tomihiko Morimori. Dentro del staff de la película podemos encontrar nombres como Hiroyasu Ishida (Hinata no Aoshigure) al frente de la dirección, Makoto Ueda (Night is Short, Walk On Girl) firmando el guion adaptado, Takamasa Masuki (Ghost in the Shell: Arise) en la dirección de arte y la genial Eriko Kimura (Keep Your Hands Off Eizouken!) haciendo lo propio al frente del sonido.
La historia de Penguin Highway nos presenta a Aoyama, un chico de 10 años con una innata afición por la investigación, aprendiendo algo nuevo cada día con la meta de ser "un gran adulto". Sin embargo y como cualquier chico, Aoyama también tiene pasatiempos y uno de sus favoritos es pasar el tiempo con Onee-san, una chica mayor que el que trabaja en la clínica dental del lugar. Es así como la vida de Aoyama se mueve entre días de estudio y descubrimiento y las partidas de ajedrez con la chica. Sin embargo, esto se verá amenazado cuando en el pueblo comienzan a aparecer pingüinos. Sí, leyeron bien, porque uno tras otro comienza a hacer acto de aparición en todas partes, así que cuando Aoyama comienza a investigar el asunto y descubre una revelación que se conecta con Onee-san, él, junto a su alegre pero un poco cobarde amigo Uchida y junto a la perspicaz y talentosa Hanamoto buscarán la solución al problema... la ruta de los pingüinos.
Así que, tal como su protagonista, Penguin Highway se nos plantea como una total y colorida aventura en la que veremos cómo los 3 chicos van descubriendo de a poco el misterio que rodea la "ruta de los pingüinos" centrándonos en la experiencia tan maravillosa no tanto de investigar sino de descubrir, el ser partícipe de algo que hasta entonces nos era desconocido. Y esto se nos presenta reflejado en sus pequeños protagonistas, siendo ellos quienes llevan la investigación y generan sus propias hipótesis, nunca pecando de fantasía pero sí con la imaginación que trae el maravillarse por primera vez, dando paso además a elementos como la amistad, la libertad en la niñez y el romance, todo a traves de los ojos de los chicos... Y es por ello por lo que la película funciona durante gran parte de su totalidad, gracias al sentimiento de aventura que nos proporciona a cada escena y que, tratándose de personas más jóvenes e "inocentes" se potencia en comparación a lo hecho por los adultos más adelante del filme volviéndose por el contrario, algo más convencional conforme se acerca el final.
Al mismo tiempo, su proceso de investigación nos presenta el otro punto clave de la historia: los pingüinos y la Onee-san, o lo que es lo mismo, 2 formas de descubrimiento que Aoyama experimenta. Porque mientras una impulsa su deseo por aprender (el cual ya tienen desde el inicio) el otro muestra un nuevo tipo de experimentación para él: el afecto. Así que a la par de sus anotaciones científicas, el chico va aprendiendo también lo que es querer y preocuparse por alguien más. Pero algo tan simple no sería tan enriquecedor y gracias a sucesos finales, también aprende sobre vivir las cosas a su tiempo, sin apresurarse, sin planificarlo de más, porque como la película dice hacia el final: Todas las cosas, incluso las más alegres deben de terminar algún día...
Tristemente, aun cuando la película me ha gustado y sobre todo me ha fascinado a nivel visual, también es cierto que falla en la ejecución narrativa, teniendo una buena y bien pensada primera parte que luego de un momento a otro cae en soluciones cliché y apresura su desenlace el cual por cierto, también falla a nivel argumentativo, dando la sensación de algo improvisado y poco acorde a los minutos previos aun cuando nos brindan ciertas pistas antes. Esto no arruina el visionado ni nada por el estilo pero se siente como si Penguin Highway pudiese haber sido mucho mejor.
Sin embargo la gran baza de la película como ya escribí, viene al hablar del aspecto técnico, tanto de personajes cortesía de Yojiro Arai como sobre todo de los escenarios y el diseño de color, cortesía de Izumi Hirose. Porque mientras en el primero tenemos rasgos finos y bien delineados así como un buen manejo de las expresiones y la fluidez en los movimientos, principalmente de los pingüinos, es en el diseño de color donde recae la espectacularidad del filme. Con una paleta repleta de colores cálidos y brillantes pero también de fríos en contadas ocasiones, Penguin Highway te apabulla a cada escena gracias a todo el movimiento lleno de matices y color por aquí y por allá, a esto hay que sumarle un gran nivel de detalle a los escenarios principales (aunque no muy buen CGI en las secuencias menores) y se vuelve toda una delicia visual, reafirmando el trabajo de Studio Colorido.
En el aspecto sonoro la película también cumple. Con una OST cortesía de Umitaro Abe estamos ante una decente variedad de piezas (todas instrumentales) repletas de violines, baterías, y muchas trompetas, logrando acompañar cada escena tanto feliz y de aventura como de drama. La ejecución eso sí nunca sobresale y la música apenas e inquieta (aunque por ende muchas veces tampoco sorprende). Respecto a las piezas principales solo tenemos el ending "Good Night" interpretado por la cantante Hikari Utada, siendo una pieza tamborileante y con un coro pegajoso pero que personalmente no me convence del todo una vez pasa el inicio de esta.
Penguin Highway es de esas películas que te alegran el día y te motivan a mirar con más atención tu entorno. De esas que logran (en mejor o peor manera) el objetivo de transmitir su mensaje y que lo hace aprovechando un tremendo espectáculo lleno de color y movimiento. Con una trama que entretiene y atrapa durante su primera mitad, unos personajes a los cuales es fácil tomar aprecio y un trabajo técnico de animación y sonido que logran maravillas por sí solos,Penguin Highway es una estupenda lección sobre abrirte a aquello que te rodea, que te impulsa a observar, aprender y maravillarte...