Peninsula; Segundas partes nunca fueron buenas. ¿O si?

Por Nacho Cañas.

El film arranca en el momento de evacuación de Busan tras la infección de la primera película, cuando la plaga zombie se extendió y la pandemia es incontrolable. Muchos son evacuados en barcos hacia otras ciudades de Corea quedando Busan totalmente aislada del resto. Los puentes son destruidos y se declara zona confinada. En esa fuga conocemos a Jeong-Seok (Gang Dong-Won) un soldado surcoreano que lucha por llegar, junto a unos cuantos familiares, a zona segura. Peninsula; Segundas partes nunca fueron buenas. ¿O si? Este comienzo quizás indica que vamos a ver una continuación directa de la predecesora, Tren a Busan, pero cambiando el medio de transporte por un barco. Y no es así ni muchísimo menos. Esta secuela cumple con ser más grande, aunque no por ello mejor. Al poco tiempo de comenzar, la acción nos situará cuatro años en el futuro, en una Busan totalmente aislada y comida por la naturaleza. Con un escenario tan colosal y con zombies como el de otras películas al estilo de Guerra Mundial Z, nos hacemos una idea del cambio de paradigma. Peninsula; Segundas partes nunca fueron buenas. ¿O si?
Con una trampa simplista que nos devuelve a la ciudad a la que nadie quiere ir, las motivaciones de los protagonistas son casi anecdóticas, aunque, uno tiene curiosidad por ver el siguiente espectáculo que nos ofrecerá la cinta. La situación quedará dividida en varias partes siendo así el argumento cortado en tres, y cada una coge situaciones ya vistas anteriormente en otras películas del género, aunque hechas con tal espectacularidad que no importa mucho la repetición.Las actuaciones de los protagonistas son siempre muy intensas y sobreactuadas, aunque eso va parejo con el cine asiático, descuadrando quizás al espectador menos ducho en estos temas. Peninsula; Segundas partes nunca fueron buenas. ¿O si?
El abuso del CGI es constante, llegándose a notar casi en toda ocasión, aunque no por la calidad, si no por lo fantasioso de las escenas, quedando estas lejos de cualquier tipo de credibilidad. Sin embargo, no por ello deja de ser disfrutable, ya que, si entras en su juego y aceptas sus normas, queda a un nivel de persecuciones típicas de una saga como Fast and Furious.En definitiva, esta es una secuela que se aleja totalmente de la original y que podía haber sido perfectamente una película independiente. Mientras en la primera teníamos una atmósfera asfixiante y un drama personal, aquí nos encontramos con entornos abiertos y miles de infectados, preocupándonos más por ver la siguiente escena de acción que por los sentimientos de cualquiera de los protagonistas.