“Que las palabras se las lleva el viento… “
Un Mensaje. Muy importante saber que es a las 4 de la mañana, lo que implica que el susodicho a lo mejor está en estado de “lucidez, melancolía o simplemente se ha acordado por eso de la magia de la noche”, eso o que está un poco perjudicado: “¿mañana tienes un rato para quedar por la tarde? Tengo que contarte algo muy importante en persona, bla bla, bla…”. Teniendo en cuenta que tardas miles de años en responderme a una simple pregunta y que a veces ni eso… Teniendo en cuenta tus antecedentes de niño mimado… ¿A qué viene esto? Al día siguiente respondo, sin prisa, ahora que espere. Le respondo que si, aunque tengo que hacer cosas antes. Su respuesta no tarda en llegar: “se me había olvidado que tenía que terminar un trabajo, bla,bla, bla…” Mi intuición no me fallaba: “borracho, melancólico, indeciso, con las ideas sin hacerse en su cabeza pequeña”.
Llamada, siempre a media noche, las horas de las brujas. Su voz me pregunta si duermo ¿debería? Y llega ese momento… “Yo también acabaré pronto. Podríamos quedar…” Silencio. “Solo si tú quieres”. Le respondo con un claro, como el que le dice al camarero que no quiere carta de postres. Ya me llama para concretar. Mirando estas semanas de atrás, mirando tus respuestas… ¿Debería emocionarme por decirme que si quiero quedar contigo? Mi intuición no me falla: “siempre dices, siempre justificas, siempre por qué, siempre dando explicaciones. Amigo mío, cuando alguien hace eso… Es que sabe de ante mano que está haciendo algo mal.” Mas que justificado pensarme si quiero o no, aunque todos sabemos que aceptaré.
Ventanitas apareciendo por doquier en mi pantallita de plasma, y aparece lo que mas miedo me da últimamente: “un café, una cerveza, un algo, pero algo como excusa para.. “ Me vuelve a repetir que dejará a su novia, que solamente tengo que darle una oportunidad, que confíe en él ¿Qué confíe en ti? No sé mas que decirle, la verdad, la verdad, la verdad… Me cansa, así que le digo otra medio verdad: “estoy con alguien”. Aún así, sigue en sus trece. Mi intuición no falla: “querido mío, ¿cómo quieres qué confíe en ti si estando con tu novia con la que todo te va mal pero la quieres mucho, estás intentando una y otra y otra más conmigo?” Un consejo como amiga, déjala y vive la vida a tu ritmo, pero olvídame.
Y esto solo forma parte de otros tantos pensamientos…