Revista Empresa

“Pensamiento Escándalo” de Sofía Vaisman M.

Publicado el 23 agosto 2010 por Blogmejorvendedor

“Pensamiento Escándalo” de Sofía Vaisman M.

Quiero presentarles a Sofía Vaisman, la columnista invitada en esta oportunidad. Con sólo 17 años tiene mucho talento para escribir. A continuación una de sus columnas.


“Pensamiento Escándalo” de Sofía Vaisman M.
ue todo rutinario, un viernes como cualquier otro. Eran las siete de la mañana e iba camino a clases. Para evitar escuchar las noticias de la radio me puse los audífonos y le subí el volumen a una polonesa de Chopin. Se había transformado en un hábito, consideraba que las noticias ya no cumplían con sus rasgos esenciales; o me parecían un montaje, o me sabían a sensacionalismo.

Me preguntaba cosas como si se podía denominar “terrorismo” a la quema de bosques provocado por los mapuches como protesta, y si era comparable con el terrorismo de Al Qaeda. Cuestionaba si realmente existe aquella organización, y si lo de los atentados a las torres gemelas no fue más que un “trabajo interno” estadounidense para elevar los ánimos nacionalistas y las ansias de guerra, factores bastante convenientes en plena crisis financiera. Me preguntaba por qué lo que antes era considerado guerra de guerrillas ahora se llama terrorismo. ¿Qué acaso todas las guerras no causan terror? Y las justifican con fines ideológicos ocultando los económicos, para que los militares no tengan que decir que matan por dinero.

Pensaba que ahora los noticieros se preocupaban más de entretener que de informar. “Mientras más sangre, más rating” y por ello se cambian noticias relevantes por asaltos y choques (cosas que pueden ocurrirle a cualquiera y en cualquier minuto). Más noticia transmitían los antiguos trovadores que incluían entretención musical. En fin, no todo estaba perdido en mi fe periodística, estaba interesada en saber sobre los mineros atrapados en la mina San José, pero como era de esperar, después de dos semanas atrapados, se estrujó la polémica y dejó de ser noticia.

No pude evitar pensar en la serie de traspiés políticos que atrajo la trágica consecuencia; falta de fiscalización, falta de seguridad, mal manejo de deudas, impuestos y multas demasiado leves… Es ridículo ver como todos se echan la culpa entre todos pasándose la responsabilidad unos a otros como focas con una pelota de circo. Es una falta de respeto que los políticos utilicen la tragedia como chivo expiatorio o publicidad. Es realmente patético y daría tema para escribir el “Subterra del siglo XXI”.

Ni hablar de lo hermoso y eficiente que sería nuestro sistema neoliberal si las empresas cumplieran con su labor esencial, es decir, maximizar los beneficios sociales de igual manera a como maximizan los beneficios propios. Podrían producir sin una externalización de costos inhumanos, como por ejemplo, pagándole los seguros correspondientes a sus trabajadores y evitando contaminar con residuos tóxicos a los países tercermundistas, podrían dejar de estar siempre al borde de la legalidad. Si el hombre no fuera ambicioso por naturaleza, el neoliberalismo sería fantástico, pero es una real utopía. Es cosa de analizar la inestabilidad económica mundial, la brecha entre ricos y pobres cada vez más creciente, y sus efectos sobre el medio ambiente (que es algo más grave que un par de osos polares ahogándose, pronto nos va a tocar a nosotros).

Entonces, el neoliberalismo se probará como utopía en cuanto el sistema financiero termine de caer, y se extinguirá al igual que el comunismo. Pero el comunismo no cayó precisamente por un déficit en su estructuración económica, sino más bien porque se comprobó que el Estado es un pésimo administrador. Pareciera ser que lo único que nos queda es rezar por un economista innovador y que no sea saboteado por el sistema.

Pensaba… y después de cincuenta minutos de viaje llegué al colegio y comenzó mi funesto horario que fue combinado con una encantadora charla de orientación barata sobre el amor y la sexualidad. No comprendo ese afán de los adultos de enseñarnos sobre el “amor” si de lo que más saben es de divorcios y adulterio. En la hora de filosofía hablamos de la corriente existencialista y me di cuenta de que el existencialismo podía ser bastante útil como motivación de la iniciativa propia en vez de esperar que la vida se solucione mágica, divinamente o por generación espontánea. En eso llegamos al tema del Holocausto, Hitler, y lo terrible de los allanamientos de la Gestapo, cuando yo agregaba que eso no sólo se daba en el nazismo sino que en general en todas las dictaduras o gobiernos en los que se mantiene el poder mediante la violencia, una compañera agregó <<¡Ay si! Como acá en Chile con Allende>> a lo que yo respondí con un tono irónico <<¿Y con Pinochet?>>.

En fin, hasta ahí llegó la discusión al ser el tema “Dictadura” o “Gobierno Militar” un tema tabú, cosa realmente preocupante ya que produce que un montón de generaciones deambulen por el país con una percepción histórica engorrosa y poco objetiva. Hace falta un historiador crítico y con fuentes primarias disponibles, para que podamos conocer más de nuestro país y dilucidar esa mancha oscura que sigue sin limpiar.

El timbre de final de clases me sacó bruscamente de mi mundo onírico y volví a mi casa alrededor de las dos y media de la tarde, le robé un par de hojas a la impresora, tomé mi lápiz “Bic” e hice algo que no hacía voluntariamente hace años, escribir…

Sofía Vaisman Maturana


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