Desde hace unos años, dentro del ámbito del desarrollo personal, se ha producido un fenómeno a nivel mundial que me ha llamado poderosamente la atención. Se trata de la llamada “ley de la atracción” (nada que ver, por cierto, con la Psicología de la Atracción, referida a la atracción interpersonal en el ámbito emocional y sexual).