"Sabés una cosa? Cualquiera de estos días te voy a besar", dijo él. Y antes de que ella pudiera interrumpirlo prosiguió: "Sí, ya sé. Estás sorprendida y no lo podés creer, pero en el fondo sabés que hace tiempo que te quiero besar. Pasa que por alguna estúpida razón vos pensás que lo nuestro es de amigos, aunque yo estoy completamente convencido de que usé todas las armas posibles para que te dieras cuenta de que te quiero besar". Concluye la oración y piensa para sus adentros: "Es que es tan obvio, siempre fue tan obvio. Pero claro, vos no. Vos no te lo ves venir. Y menos vas a coresponder. Es la historia de mi vida".
Hay veces que envidio tanto a Ana Sofía. Tener, no sé, la necesidad o el gusto o la incontrolable -digámosle- 'reflexividad' para sentarse a escribir las cosas que pasan y hacerlo de manera tan admirable, con una prosa tan adictiva y perceptible pero a la vez tan misteriosa. El otro día ella mencionaba la revista "Oblogo". Yo tengo un número acá en casa. Nunca lo leí pero entiendo que tiene que ver con gente como uno contando sus experiencias de todo tipo. Yo sé que Ana Sofía escribía estas cosas antes de conocer "Oblogo", y honestamente creo que no necesito la revista porque tengo su espacio; ese que -nunca nos cansamos de repetir- quizá no le interese a nadie, ese que no queremos que nadie lea pero que a la vez irremediablemente nos involucra a todos. Son partecitas, frases, dichos, bromas, insultos, pequeños pedazos de vida que en algún punto todos compartimos. Que nadie diga que no somos parte del mismo mundo.
Así de Ana Sofía salto a Sofía, Sofía Coppola. Y le recomiendo a Ana Sofía (y a todos, por supuesto) especialmente esta peli, que quizá no la vio. Esta es la peli que vengo escondiendo entre tantas mini-críticas; esa única gran peli -qué feo suena a veces esa frase hecha, en serio- que vi en el eterno mes y medio sin clases. Me contenta el estado de las cosas pero va a ser difícil retomar el ritmo. No tengo dudas.
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"María Antonieta" es la muestra más clara del universo que Sofia Coppola intenta establecer como directora. Hablamos de un universo propio, de corte autoral que se inmiscuye más que intencionalmente en el contexto de todos sus films y que tiene la particularidad de lo étereo, como si nos llevara con ella en un viaje en el que no interesa mucho el destino ni las respuestas finales sino más que nada el recorrido, que por alguna razón se ve interrumpido. Creo que si tuviera que elegir, Sofia no terminaría nunca de viajar, pero como artista de cine entiende los tiempos del largometraje y busca situaciones que frenen las experiencias vividas de manera lógica e incuestionable, que ni siquiera ella misma como escritora/directora pueda poner en duda. En "Las vírgenes suicidas" era la muerte, anticipada al inicio del film; en "Perdidos en Tokyo" era el inminente regreso...en "María Antonieta" es la propia Historia.
Me recomendó mi profesora de Historia Social General que viéramos este tipo de películas, que nos ayudarían a comprender de una manera entretenida lo que estamos leyendo en libros. La profe mencionó "María Antonieta", donde entiendo yo que la Historia es casi lo de menos. Si bien Coppola no le falta el respeto a lo ocurrido en Versalles y en Francia durante la etapa de Luis XVI (interpretado por un -intencionalmente- desencajado Jason Schwartzman), todo lo que en los libros conocemos como Historia es para este film un detonante y, como ya se dijo, un mecanismo de interrupción. En el medio de todo esto, tenemos a una hermosa niña austríaca que fue envíada a Francia para darle un heredero al nieto del rey. Sí, para la concepción general hablamos de María Antonieta; pero para Coppola la niña es una vez más Kirsten Dunst, que despliega todo su encanto y carisma para seducir a un príncipe que no quiere hacerle el amor. Banalizar los hechos? No, simplemente darles un poco menos de solemnidad; una decisión de la directora que funciona como una fuerte brisa de aire fresco que azota contra todas las películas Históricas con gente que tiene pelucas y que a muchos nos cuesta ver enteras. Por eso la puesta en escena hace que esta María Antonieta parezca más una Paris Hilton/Lindsay Lohan que la niña rebelde que evidentemente fue. El extremo opuesto a lo solenme aquí es el ridículo, la exageración -mediante la música de alto volumen que nada que ver tiene con la época, las copas derramadas por el piso y los hombres y mujeres recostados por doquier- de ciertas fiestas nocturnas en las que, si bien ocurría de todo, nunca se perdía la 'clase'. Aún así, se procura darle a la protagonista una consideración humana; un desarrollo de personaje que pretende de a ratos convertirla en víctima vulnerable de todo un clima social y político que la superaba. Como si Coppola, mientras da la clara orden de "romper todo" se acercara y nos susurrara: "Es sólo una niña".
La película más cara de la directora sigue la línea tan intencionalmente desprolija/desconsiderada desde el lado técnico que tenían sus anteriores obras. Se reúne nuevamente con el director de fotografía Lance Acord y la editora Sarah Flack, esta vez con el permiso de filmar en Versalles, lo que le permite obtener momentos visualmente mágicos que siempre, por un segundo, nos parecen innecesarios. Menos como en su ópera prima y más como en su segundo trabajo, hay un montón de 'nada' en "María Antonieta". Hay un tiempo claramente suspendido en el que nada avanza pero en el que Coppola está definitivamente viajando y nos invita si tenemos ganas. Si aceptamos SU universo en el contexto de cada uno de sus films, no podemos hacer otra cosa que admirarla. Es un universo que podría explicarse, por así decir, en 3 operaciones:
1)Presentar: introducir a los personajes, más que nada a los principales, en un momento y lugar, en una cotidianidad, y con algo que desde el principio los pone en conflicto. Ejemplo de "María Antonieta": el hecho de casarse con alguien designado para darle un hijo, con 14 años y en la Francia de entonces.
2)Contener: dar pie a una situación o serie de eventos, que generalmente devienen automáticamente del conflicto, y que hacen que los protagonistas entren en una desesperada -de mayor o menor grado- y necesaria búsqueda de algo que cambie el estado actual de las cosas. Ejemplo en "María Antonieta": el difícil intento de lograr el objetivo, que se cruza con las relaciones diplomáticas y el entorno de personas que no ven a María como alguien que merezca el lugar que ocupa.
3)Liberar: hacer que la situación contenida explote, en menor o mayor medida. Lograr que esa contención se convierta, en el contexto de cada película, en algo que claramente se identifique con la liberación, y que implique que los personajes tengan que manifestarse de alguna manera, quebrar ciertas normas; transgredir. Ejemplo en "María Antonieta": cosas concretas como el aplauso en medio de la función de ópera, o el pequeño mundo aparte que le pide a su marido que le construya; luego el resto.
Creo que es posible localizar estas 3 cosas en cada película de Coppola, que no siempre aparecen instantáneamente, claramente a la vista (tampoco creo que sea una directora a la que le interese dar una completa claridad de las cosas, menos a medida que se acerca del final de los films). Son películas, sin embargo -y si me permiten la contradicción-, sumamente claras. Universos donde la luz centellante del día y la oscuridad de la noche juegan roles marcados y específicos; historias de nada que dicen mucho para el que preste atención y quiera (como dije) viajar y agarrar pedacitos; obras que buscan sin cesar la obtención de momentos de -como se dice- "cine puro", y los logran exitosamente.
Y volviendo al comienzo, son películas, que -como deja muy claro el último plano de "María Antonieta"-, tarde o temprano, y en el mundo de Sofia casi sin aviso previo, terminan...aunque queramos lo contrario.
---8/10
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Porque siempre hay que volver, transcribo el final de la crítica en inglés que escribí de "Perdidos en Tokyo":
"Un amigo me dijo, cuando estábamos hablando de la peli, que no tenía 'clímax'. Yo debería decir que no necesita uno. Yo al menos no lo estaba esperando"
Acá al final, el final de mi crítica de "Las vírgenes suicidas", parte de un post de este año titulado "La nada":
"No es fácil de lograr, aunque estar producida por Francis Ford Coppola genere tranquilidad. Su hija le saca el mejor provecho, transmitiendo un espíritu de lo que en el cine se conoce como ‘independiente’, y que si bien nos resulta una definición molesta, sabemos que es un espíritu que provee mucho de estática...mucho de “nada” y poco de clímax y conclusiones que, más veces de las que queremos admitir, son innecesarias."
Es bueno re-leerse cuando se termina de escribir algo, y luego buscar lo que uno escribió en el pasado que se relaciona con lo que acaba de escribir. Es más bueno aún reconocer finalmente que uno tiene una coherencia a través del tiempo. Es algo que, dentro de todo, me deja tranquilo.
SE VIENE UN INTERESANTE ESPECIAL QUE GIRA ALREDEDOR DE ALGUNAS DE LAS ULTIMAS PRODUCCIONES ARGENTINAS.
PROMETI UN OCTUBRE CON TODO, NO?
SALUDOS SOSPECHOSOS!