Pensamientos que trastornan… La realidad es distinta si la miras desde otros ojos.

Mirando fijamente puedes ver cómo mis sonrisas se ahogan entre todos miedos haciéndome sentir un vacío, un abismo en donde caen todas mis esperanzas de sobrevivir. Puedes ver cómo pierdo mi voz entre todo el ruido que existe en mi mente, el lugar donde habita «la otra voz» esa que me incita a retomar mis malos hábitos, la que se aferra a mantenerme sumergida en la adicción de marcarme la piel. Se oculta detrás de mí, una sombra que me acompaña día y noche, estando despierta y en mis sueños también. Se sujeta a mi con fuerza… «¡Vete de mí, me estás consumiendo entera!» Es lo que muchas veces le he dicho pero solamente se burla y me hace tenerle mayor temor. «¡Cállate! ¡Tú y tu mente me pertenecen!» es lo que me responde cuando pongo resistencia.
Esa sombra tiene múltiples «personalidades», y todas ellas atacan a diario; ocho contra una es una pelea bastante injusta, mientras lucho por defenderme de todas ellas, tengo que aparentar que todo está bien. Las sombras y «la voz» me acompañan a donde sea que vaya, mientras no las «alimente» estaré a salvo, aunque a veces pueden encontrar reservas entre tantos pensamientos y recuerdos que continúan persiguiendome.
Chica gris.