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Pensar como un futurista

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Pensar como un futurista

Marina Gorbis, directora ejecutiva del Institute for the Future (IFTF), organización de investigación y consultoría sin ánimo de lucro ubicada en Silicon Valley, lleva más de dos décadas de trabajo en el Instituto, ayudando a empresas y organizaciones de toda índole en la configuración del futuro y los retos que afectarán a nuestro mañana. Su actual investigación se enfoca en las transformaciones en el mundo del trabajo y las nuevas formas de creación de valor. Lanzó " Workable Futures Initiative" en IFTF con el objetivo de desarrollar una comprensión más profunda de los nuevos patrones de trabajo y crear un prototipo de generación de plataformas positivas para el trabajo.

Recientemente, la futuróloga fue invitada a participar en Reinforce UA, iniciativa puesta en marcha por MIM-Kyiv Business School para acceder al conocimiento de los mejores pensadores de todo el mundo y servir de apoyo intelectual e inspiración para la comunidad empresarial ucraniana. Allí compartió algunas reflexiones para conocer, y aprender a aplicar, la forma en la cual piensa un futurista.

Predicciones probables

La cuestión del futuro es de gran interés. Casi todos los días nos despertamos y algo increíble sucede o ha sucedido ya. Algo en lo que ni siquiera habíamos pensado, como una pandemia, una guerra en medio de Europa, que fue un auténtico shock para muchos, la aparición de un candidato presidencial en Estados Unidos que tiene unas 80 demandas y acusaciones...

Para Nassim Taleb, estos acontecimientos serían como cisnes negros. Son imprevisibles y tienen enormes consecuencias. Pero, en realidad, yo no los veo como tal. Si bien es cierto que en gran medida no se puede predecir el momento o la forma exacta que pueden tomar, definitivamente sí puede verse que el mundo se está moviendo en esa dirección.En 2008, el Instituto publicó un escenario que predecía una pandemia relacionada con una enfermedad respiratoria

En 2008, el Instituto publicó un escenario que predecía una pandemia relacionada con una enfermedad respiratoria. No estudiamos cómo reaccionaría la gente ante esto, cuál sería el impacto de la pandemia, pero hemos visto surgir muchas oportunidades una década después de que predijéramos este evento.

Cuando hablamos con expertos, epidemiólogos o personas implicadas en diversos acontecimientos, vemos que a veces algunos sucesos son inevitables. El mundo avanza hacia la intersectorialidad y la transmisión de diversos virus es un fenómeno cada vez más probable. Por lo tanto, no es realmente tan difícil prever que es probable que se produzca una pandemia importante.

Estoy segura de que la población en Ucrania y en muchos otros lugares probablemente predijo la posibilidad de una guerra con Rusia, especialmente tras la toma de Crimea, que también era un acontecimiento que se podía haber previsto. En Estados Unidos, estamos asistiendo al crecimiento de la población y, en este contexto, al auge de las tendencias populistas, desde los años 80 y 90 del siglo pasado. Se trata de una ola que igualmente se podía prever.

Percibir el futuro como un extraño

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La cuestión es: si observamos tendencias, ¿por qué no reaccionamos ante ellas? En California nos deshicimos de muchos equipos que habrían sido muy útiles durante la pandemia. ¿Por qué lo hicimos? ¿Qué nos impide reaccionar y actuar, comprender qué tendencias se están dando y qué acontecimientos se avecinan?

Pensar en el futuro y reaccionar ante él va en contra de nuestra forma de pensar, como indican las investigaciones neurocientíficas. Cuando pedimos a la gente que imagine cómo será el mundo dentro de 10 años, se activa la misma parte del cerebro que cuando conocemos a un desconocido. Uno de los objetivos del Institute for the Future es ayudar a convertir las opciones futuras en formas reales y comprensibles, para que la gente pueda representar estos escenarios y hacerlos más realistas.Todos somos inmigrantes del futuro. Todos somos extranjeros en este mundo. Y todos necesitamos aprender nuevas lenguas y formas de pensarEn mi libro escribí: "Todos somos inmigrantes del futuro. Todos somos extranjeros en este mundo. Y todos necesitamos aprender nuevas lenguas y formas de pensar, igual que los inmigrantes en otro país aprenden nuevas normas culturales y nuevas maneras de interactuar con la sociedad".

Pensar como un futurista

Una de las cosas que hemos aprendido y comprendido en el Instituto es que nadie puede predecir el futuro. Y nuestro objetivo no es predecir acontecimientos futuros, sino algunas tendencias y probabilidades. Vivimos en el presente gracias a las elecciones y decisiones que tomamos hace décadas. Y nuestro objetivo es comprender las tendencias futuras y ayudar a la gente a tomar mejores decisiones hoy, considerando cómo les ayudarán a alcanzar sus objetivos en el futuro.Vivimos en el presente gracias a las elecciones y decisiones que tomamos hace décadas. Nuestro objetivo es comprender las tendencias futuras y ayudar a tomar mejores decisiones hoy, considerando cómo ayudarán a alcanzar los objetivos en el futuro

Preguntas para la predicción

¿Cómo hacemos nuestras predicciones? Cuando analizamos cualquier campo, ya sea el mundo futuro o la Inteligencia Artificial, empezamos por comprender la historia. Suelo decir que soy tan futurista como historiadora. Tenemos que entender el pasado. La gente está entusiasmada con la IA, pero olvida que no es la primera vez que una de las tecnologías fundamentales entra en nuestra vida y la cambia, como sucedió con la imprenta de Gutenberg.

Podemos plantearnos: ¿qué sucede cuando cambiamos nuestras tecnologías básicas de comunicación? Porque cuando eso pasa, también cambiamos quién tiene la autoridad, el poder y la fuerza para hablar. Y aquí, nuevamente, la historia nos ayuda a comprender las tecnologías y cómo han evolucionado. Esto es importante antes de predecir el futuro, porque es una parte de la ecuación.La gente está entusiasmada con la IA, pero olvida que no es la primera vez que una tecnología fundamental entra en nuestra vida y la cambia

Pensar como un futurista

Aunque sin duda, la historia es relevante, cuando miramos al futuro, nos fijamos en las señales de cambio. Para nosotros, las señales de cambio son lo que ocurre hoy a nuestro alrededor. Quizá se trate de un proceso marginal que aún no ha pasado a primer plano, pero al que merece la pena prestar atención. Siempre me hago la pregunta: "¿Por qué está pasando esto?". Si un fenómeno no encaja en mi comprensión actual del mundo, me preocupa.Cuando cambiamos nuestras tecnologías básicas de comunicación, también cambiamos quién tiene la autoridad, el poder y la fuerza para hablar

Puedo poner un ejemplo: hace cinco o seis años, paseaba por Silicon Valley y vi muchas "furgonetas", remolques donde vive gente. Antes solía ver esto solo en algunos festivales turísticos, pero ahora descubrí que estas personas viven en esas condiciones todo el tiempo. Vienen a esta región para trabajar -puede que alguien sea conductor de Uber, puede que otro enseñe en la Universidad de Stanford...-, pero todos carecen de vivienda, de empleo oficial, y no pueden comprarse una casa. Viven en estas condiciones y estas son las nuevas formas de trabajo y su impacto en las personas.

Distinguir las señales del ruido

Hay cosas que llaman nuestra atención, ya sea un dato o una observación como la que hice yo, o una tecnología nueva que se está construyendo en el laboratorio. Escaneemos el horizonte en busca de esas señales y luego cuestionémonos: ¿se trata de una señal o de ruido? ¿Merece la pena prestarle atención o no? Si trabajas para el futuro, tienes que pensar en cómo identificar las señales importantes. Es necesario desarrollar la capacidad de organización para identificarlas, y después averiguar qué pueden decirnos esas señales para detectar tendencias más amplias.La historia es importante, pero cuando miramos al futuro, hemos de fijarnos en las señales de cambio; en lo que ocurre hoy a nuestro alrededor. Quizá se trate de un proceso marginal que aún no ha pasado a primer plano, pero al que merece la pena prestar atención

Cuando se piensa en un horizonte de unos 10 años, hay que utilizar el enfoque STEEP, que consiste en estudiar una combinación de tendencias: sociales (S), tecnológicas (T), económicas (E), medioambientales (E) y políticas (P). Las empresas han de comprender lo que está sucediendo en todos estas áreas: fijarse en lo que está cambiando en la economía, el medio ambiente, el sector regulador, la política y cuáles son las tendencias sociales, como por ejemplo la situación demográfica. Actualmente estamos asistiendo a un descenso de la población, y debemos tenerlo en cuenta. Otra tendencia demográfica significativa es el crecimiento de población previsto en África. Después de 2050, la población de este continente se duplicará, y una de cada cuatro personas del mundo será de origen africano; serán jóvenes y constituirán la población dominante del mundo. Mientras tanto, en las sociedades antiguas y arcaicas, en las democracias establecidas, la tasa de natalidad está disminuyendo. Cuando reflexiones acerca de esto, debes pensar quiénes serán tus empleados y dónde estarán tus principales mercados.Escaneemos el horizonte en busca de esas señales y luego preguntémonos: ¿se trata de una señal o de ruido?

¿Qué podemos hacer?

En el ámbito económico, los métodos de trabajo informales se están volviendo muy comunes. En el mundo occidental, la mayoría de las personas solían trabajar formalmente en organizaciones, tenían un puesto y un empleo "oficial", pero ahora todos quieren trabajar como individuos creativos. En Estados Unidos, la tendencia es ser influencer o bloguero. ¿Adónde se trasladará esta gente? ¿Cuál es el impacto de esta situación en un sentido político? Vemos amenazas a las sociedades y los sistemas democráticos; esta tendencia continúa en todo el mundo y el populismo va en aumento. Un horizonte de planificación de diez años es un periodo de tiempo suficiente para ver si las tendencias se consolidan

Pensar como un futurista

¿Qué conclusiones se pueden extraer? ¿Qué significa todo esto para uno mismo y qué debería empezar a hacer o dejar de hacer? Dentro de los distintos grupos, pero en el contexto de las mismas tendencias, las respuestas pueden ser diferentes. Si hablamos de demografía y del crecimiento de la población africana, el hecho de que un gran número de jóvenes procederá del continente africano, lleva a preguntarse de dónde provendrán los estudiantes, si se está pensando en ofrecer educación universitaria como servicio. Si estás pensando en el desarrollo empresarial y de mercado, o en desarrollar bienes inmuebles, o si formas parte del sector inmobiliario de oficinas, ¿estás considerando qué tipo de oficinas necesitas construir si las personas van a trabajar en nuevos formatos? Esta es la secuencia de preguntas que debe responderse para sacar conclusiones sobre lo que es importante para uno mismo y su organización.

El último paso es tomar medidas concretas. Cuando hacemos una previsión, nos fijamos en una perspectiva de diez años. Este horizonte de planificación es un periodo de tiempo suficiente para ver si las tendencias se consolidan. 50 años es un horizonte de planificación difícil, aunque a veces hacemos previsiones a tan largo plazo. Tenemos el poder y la influencia para modelar el futuro de la manera que más nos convenga

En el contexto de un horizonte temporal de diez años, debe pensarse en lo que hay que hacer hoy y mañana, cómo prepararse y avanzar hacia el futuro deseado. El objetivo de estas predicciones es desarrollar las mejores soluciones y elegir las mejores vías para acercar el futuro. Tenemos el poder y la influencia para modelar el futuro de la manera que más nos convenga. Por tanto, la pregunta a formular es: "¿Qué debo hacer hoy para prepararme mejor para el futuro dentro de mi grupo, de mi campo de actividad?". Y por último, "¿qué necesito hacer hoy para orientar mi futuro en la dirección más deseable?".

Se pueden conformar escenarios muy negativos, y existe el peligro de proyectar la idea de un resultado pesimista de los acontecimientos. Deberíamos evitar esa opción y centrarnos en escenarios positivos, sin olvidarnos de los problemas que pueden ocurrir.

Si el futuro se compone de muchas ideas, y creemos que es así, entonces podemos influir sobre él. Esto nos da esperanza, influye en nuestro comportamiento y en nuestras elecciones, que a su vez están moldeadas por nuestro pensamiento.

Fuente: https://www.eexcellence.es/expertos/pensar-como-un-futurista-por-marina-gorbis


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