Después de esta semana quedamos todos como medios deprimidos. Después del cuento de las AFP, José Piñera con su mercedes, y la interpelación de la señora Blanco, da como pena el país donde estamos metidos. Porque lo único que se logra transparentar es lo obscuro del sistema, y que estos care’ raja son unos ladrones que nos tienen a todos esclavizados.
Pa’ empezar, la AFP, que no son capaces de hacerse un poquito menos ricos. Y tontos son porque prefieren que la wea’ explote antes que soltar ni una luca: ni cagando. En ese sentido cómo, en qué momento se hicieron de este negocio en el que no hay riesgo de perder plata, para ellos, todos somos una gran vaca que ordeñar. Si caen las bolsas, los bancos, las inmoboliarias, y todas las payasadas del voraz keynesianismo pelotudo dónde si falta plata hay que gastar más: a las AFP les importa nada: ellos siguen ganando igual. Lo unico que interesa es el marketing, para echar mas weones al saco. Vaya negocio financiero. Cómo será la fuerza que tienen, para arriesgar todo antes siquiera de pensar en que quizás la rentabilidad de los negocios que le financian (o les financiamos todos los esclavos de Chile) a los controladores es una vergüenza. Frente a eso la solución es obvia, pero cómo será el poder que tienen.
Si fueran capaces de hacer que la comisión variara un poquito que fuera, un poquito no más, como para que les importara pitiarse tu plata por el water’: un poquito. Pero antes de eso, el apocalipsis, si hasta Sebastián Piñera, les pediría que mejoraran la rentabilidad. Ahora bien, la izquierda, en el gobierno, ellos están en déficit, por lo que les guiña el ojo el saco de plata: asique cuidado con el cuento de reparto, si total ellos se van en dos años. Y como si hiciera alguna diferencia lo que al final es lo mismo: reparto o un fondo individual: esa platita no te la pasan... No, no, no... Porque al final, después del post-modernismo, como que cualquier hueva andaría relativamente bien si no se robaran la plata o la gastaran en estupideces populistas. En todo caso, la izquierda no la saca: están más metidos que Lagos: ahí chorrea la grasa de forma individual. Me imagino que al único que le hace maña será a un huevón como Navarro, que parece que no llegó a las reuniones, pero… Asique, si el Pepe Piñera se tuvo que devolver en su meche, a defender su platita, es única y exclusivamente para terminar de destruir a la micro y la pequeña empresa, con ideas cómo que el empleador negocie las comisiones con la AFP.
Del show de Blanco, ya no se qué decir, que vergüenza. Porque es impactante cómo todas estas sanguijuelas salieron a decir lo bien que se manejan po’: osea, cáchate. Y yo entiendo a Vallejos cuando se larga a llorar, si no es pa’ menos: nada menos que Andrade dirigiendo; Vallejos llorando; mientras Yasna Provoste y Marisol Turres hacen el marketing de la incompetencia y la superficialidad respectivamente. Y Schilling….. Ohhh Schilling… Y lo cierto es que la diputada Sabat, genuino reflejo de los pitucos enojados, bien penquita la performance, como le llaman ahora: no es como que la puso en muchos apuros. Pero también, la verdad, la verdad, es difícil con el nivel de descaro de Blanco: porque ella quería aprovechar para discutir el tema de las AFP y sacarle en cara cuando la otra votó las pensiones. Y como todos ellos son la verdadera liga del mal; y la explicación de los unos es que los otros también robaron: excusas y réplicas nunca les van a faltar.