Revista Opinión

Pensiones, parados, mentiras y sexo

Publicado el 15 agosto 2015 por Rgalmazan @RGAlmazan

Se acercan las elecciones y, como suele ocurrir, los peperos vuelven con sus proclamas publicitarias, mentiras repetidas, ocultaciones severas y todo ello para engañar al personal. Ellos, es lo que tienen, sólo les preocupa una cosa, ser fiel y servir a los suyos, y para eso necesitan ganar las elecciones con mucha más gente, a la que hay que engañar.

Nunca ningún gobierno, con elecciones a final de año, había sido tan osado de hipotecar al gobierno que pudiera surgir, aprobando los presupuestos del año siguiente. Lo lógico es que el nuevo equipo prepare sus presupuestos, pero claro, Rajoy ha continuado con su afán de beneficiar esa política que nos está hundiendo a pesar de que sólo hable de la salida de la crisis, la falsa salida de la crisis.

Verdadera creación de empleo

Él es el mejor, el único capaz de poder llevar el timón de España –de la suya, claro— y por eso se empeña en complicar la vida a los que vengan puesto que deberían echar para atrás el presupuesto, partida a partida, y aprobar nuevas, lo que le complica enormemente su gestión.

Como la reflexión debe venir acompañada de datos objetivos, ahí va algún ejemplo que corrobora la “bondad” de la política mariana –amén—, que aclara suficientemente la ineficacia, insensibilidad y desvergüenza de una política de recortes que lleva a la desigualdad absoluta, sin que desde ese gobierno se haga sino ampliar el arco.

Alguien se preguntará a quién beneficia esta política económica tan desastrosa para trabajadores y ciudadanos en general. Un ejemplo: La Banca ha ganado cerca de 8000 millones de euros en el primer semestre de este año, recordando beneficios anteriores a la crisis.

Y, por el contrario, estos son los mayores perdedores de esta crisis. Este cuadro económico que recoge las variaciones que ha experimentado el presupuesto del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), lo explica claro:

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Ahora podemos entender quién ha pagado el coste mayor de esta crisis, el rescate bancario. Recordemos que oficialmente el mismo alcanzaba la cifra de 41.300 millones de euros (aunque en la práctica será más), ¿no es una curiosa casualidad que los recortes en el presupuesto de los desempleados en los años que van desde 2011 hasta el presupuesto del año que viene, coincida con esa cantidad 41.346 millones de eros? Sólo casualidad, porque si no, deberíamos admitir que este gobierno trilero e insensible ha pagado el rescate bancario con el dinero de los parados. Y todo ello, sin disminuir el número de desempleados y con muchos más en condición de larga duración, lo que debería implicar mayores ayudas.

Además, se pongan como se pongan, hay otra clara mentira pepera que por mucho que se repita no se la creen ni ellos: La creación de empleo. Es una falacia total. Lo que se está haciendo es repartiendo menos empleo global o el mismo entre más trabajadores. Basta observar cómo las cotizaciones de la Seguridad Social no permiten, como sí ocurría hasta 2010, cubrir el gasto de las pensiones y se está vaciando la llamada caja de la Seguridad Social.

Porque si se creara más empleo habría más ingresos por aportaciones a la SS, y sin embargo hay menos, y cada año hay que pegar un zarpazo porque lo que se genera, por mucho que sea con algunos empleos más –de calidad ínfima--, no es suficiente, ni de lejos –los salarios son más bajos y los contratos más precarios-- para poder pagar las pensiones sin meter mano a la caja. En la legislatura mariana se han sacado del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la “pequeña cantidad” de 41.000 millones de euros. ¡Una superchería!

Pero él sigue impasible en su ademán, muy propio de Mariano, obedeciendo en lo que le viene bien a él y a sus amiguetes, y cuando se trata de corregir aspectos importantes que lleven a otra política económica, por ahí no pasa. Se ha encerrado en la política de la desigualdad, y no se va a volver atrás ahora que presume –hay que tener cara dura— de que está salvando el país.

Así es que o nos ponemos las pilas y conseguimos cambiar el resultado electoral próximo de tal forma que haya un verdadero cambio de gobierno o ya saben, y ahora viene lo del sexo del título: Vayan bajándose los pantalones o subiéndose las faldas y comprando vaselina, antes de que se acaben las existencias.

Salud y República


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