Vaya por delante mi aviso de que las siguientes portadas pueden herir la sensibilidad del lector. ¡Ea!
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Este especial me ha cogido verdaderamente desprevenido. No me lo esperaba. No he podido ocultar mi pasmo, mi desconcierto y no puedo evitar transmitíroslo. Os cuento. Hoy, tras salir de clase de inglés he decidido dar un paseo por el centro de Alcalá antes de ir a casita y he acudido a mi tienda habitual de discos de segunda mano a ver si me encontraba con alguna buena nueva que llevarme a los oídos y cual ha sido mi sorpresa al encontrarme las estanterías absolutamente (ab-so-lu-ta-men-te) plagadas de discos de Death Metal... Ni qué decir que me he asustado unas cuantas veces al pasar de disco en disco y ver en las portadas auténticas monstruosidades... Barbaridades.
Lo normal en estos especiales 'Peores Portadas' es que la nota dominante sea la fealdad, pero siempre en el sentido más lúdico y jocoso de la palabra, claro está. El problema en este caso es que al parecer a las bandas de este movimiento musical les encanta lo feo pero visto desde el sentido más enfermizo de la palabra. No controlo mucho del movimiento, pero se aprecia cierta querencia a lo oscuro y negativo. Querencia que se manifiesta en portadas donde lo frío, grotesco, insano, morboso, putrefacto y vomitivo campa a sus anchas... Chungo. Allá ellos. Personalmente es algo que no entiendo pues disfruto alabando el brillo y el calor de la limpia luz. Distintas ópticas.
Os prometo que he intentado aproximarme al sonido de estas bandas pero no he podido. No he podido. Mira que me gusta el Metal y el ruido más absoluto (¡Ay Luigi Russolo si levantaras cabeza!) pero es que esta peña transmite una negatividad chunguísima que me puede y que, sinceramente, paso de sufrir. Así de claro. Para que os hagáis una idea del mundo interior tan raruno que debe tener esta gente, los aquí presentes se llaman Rezume y son de Denpasar, Bali... ¡De Bali! ¡Viene de uno de los Paraísos Terrenales y hacen este tipo de música!. Alucino pepinillos. Lo que hace estos pavos podría resumirlo en el concepto: gritossalvajesyfuriaquemeponedelosnervios.
Engorgement son de Reino Unido y sus portadas siguen los cánones de este 'original' movimiento: mogollón de mujeres amputadas, descuartizadas, torturadas y demás barbaridades terminadas en -adas... Y la música es como un batiburrillo de Metal acelerado sin clemencia y u vocalista que no es que esté cantando con una voz gutural no, es que está como tirándose eructos ininteligibles ad infinitum. No entiendo este ensalzamiento de la violencia. Esta será la primera y la última vez que hablo de este sentido musical-estético-filosófico de la vida.
Lord Gore. Más de lo mismo.
Los portugueses Holocausto Canibal. Más de lo mismo, aunque suenan un poquito mejor que los anteriores.
Splatter Whore. La voz es el cruce perfecto entre un puñetero chihuahua rabioso, Phil Anselmo pasado de orujo y las gárgaras de un viejo a la salida de una tasca de echarse unos musecitos. La música es Heavy Metal anfetamínico y churrigueresco. ¡Ah, y dantesco!
Lust Of Decay. Una mierda pinchada en un palo. Y que conste que no les estoy dando ideas para su próxima portada.
Mi veredicto final sobre el hecho que la tienda de discos se haya visto atacada por esta horda de discos no es otro que el siguiente: Me apuesto lo que sea a que un chaval postmoderno, solitario y tristón en la edad del pavo tardía (de esos que rozan la psicopatía) ha tenido la tremenda fortuna de echarse novia y no le ha quedado otra que deshacerse de toda esta infame morralla. Por la cuenta que le traer.
Y si no es así, debería serlo.