Pepito y sus zapatos nuevos en #TBMAGP

Pepito sabía desde hacía pocos días que el fin de semana del 23 al 25 de setiembre los profes, Eddy y Victoria, le llevarían de excursión a Málaga. Ya la conocía, pues tampoco había mucha distancia desde donde él vivía, Marbella, pero ésta en especial le hacia mucha ilusión. Un pajarito le había contado que conocería a más de cien nuevos amigos, muchos de ellos.... ¡que va, casi todos!  tremendamente más jóvenes que él aunque, ¡así es la vida!, con mucha más experiencia.  Hablarían de excursiones, de lugares, de aventuras y esos eran cuentos que a Pepito le encantaban.
El viernes, muy temprano, colocó en su mochila la muda necesaria para estar guapo. De lo demás no debía preocuparse pues gracias al trabajo de los profes, y de Daniel que  sabe mucho ya que trabaja en el Ayuntamiento donde organizan muchas excursiones, le llevarían luego a comer, merendar y cenar ¡que guay!. Ese mismo día por la tarde Pepito conoció a Nando y a Rafa y, todos juntos con un señor que no paraba de hablar y que iba siempre el primero, recorrió las calles y los monumentos de la ciudad. Poco antes, a pesar de una débil lluvia, Pepito y su amiga Nuria se montaron en un bus sin techo y también en una bicicleta, esta vez con techo ¡menos mal!, donde otro señor con más soltura nos contó historias de Málaga. Rafa no paraba de tirar fotos y, de vez en cuando, se despistaba de nosotros. Por la noche, con Nando, decidimos escaparnos y hacer un pequeño fuego de campamento por nuestra cuenta ¡que traviesos somos, pues nos dieron casi las 2 de la madrugada!.
¡ A conocer a los amiguitos !
El sábado por la mañana, bien temprano pero despierto, estaba deseando llegar al museo. Allí se arremolinaban un mogollón de amiguitos, todos esperando conseguir una pegatina con nuestro nombre para, poco después, pasar a clase. Nos hicimos todos una foto -que casi no cabíamos los más de 100- (por cierto yo soy el de la tercera fila empezando por arriba, con un polo naranja) y ya dentro nos dió la bienvenida la profe Victoria, luego Carolina, la señora que manda en Málaga para las excursiones y después Paco Pereda, que manda un poco menos pero también manda. “Málaga, ciudad genial”. “Feel Málaga”!. Esos fueron los mensajes que nos transmitieron y que yo comparto.
Y, por fin, la primera excursión. Héctor, que se colocó en la silla de los profes, nos puso un montón de fotos y comenzó a contar un cuento muy bonito de un país, con nombres muy raros pero lleno de castillos, montañas, ríos y lagos, que había hecho en un coche muy grande donde también dormía. Aún cuando no salieron en las fotos a mi me pareció ver hadas, princesas y hasta un rey. Me dijeron que no, que ese país no tiene rey, y como me gustó tanto les dije: "Pues yo quiero ir allí y ser el rey de Eslovenia". Hicieron un sorteo para ir a esta excursión, pero no me tocó.
La segunda excursión nos la contó Juan Carlos. Él había visitado un país con muchos colores, con desiertos, camellos, ruinas, playas vírgenes y, sobre todo, mucha felicidad en su gente. Nos lo contó muy bonito, aún cuando Leila le había pagado el viaje, tanto es así que yo también quiero ir a Túnez.
Luego salieron 10 amiguitos más, que también les gustan las excursiones, para contar cada uno sus peripecias. Aprendí mucho (para eso había venido a clase) y me reí un montón con el "inspirador" Sele, con Cristina que hasta sacó un paraguas, con el profesional Carlos, con Luis, con Pedro y su mujer (el boquerón), con Antonio, Egoitz, Ignacio, José David, Iñaqui e Iván 
(las excursiones son una forma de aprender y conocer). Aprendí mucho de todos estos cuentos (ellos saben mucho más que yo, y por eso se lo agradezco al contarlo) y espero que en la próxima clase lo podamos repetir.
Después nos fuimos a comer al Pimpi, casi todos juntos de la mano, para no perdernos. ¡que bueno estaba todo!. Al regresar, esta vez en bus, Carlos Bravo -siempre de pie- nos llevó de excursión a un país muy lejano y muy largo (4.000 km. de punta a punta). En su cuento pude ver, gracias a las fotos que había hecho, un país con nieve, desierto, hielo, volcanes, valles, lagunas, minas y mucha vegetación variada.  Parecía Suiza, pero no, era Chile y ¡jolín, tampoco me tocó el sorteo para la excursión!, pero no importa, iré porque Carlos puso tanto entusiasmo que merecerá la pena.
Para finalizar, Rafa nos contó como hacer buenas fotos en nuestras excursiones. “Que no te distraiga el fondo, que enfoques siempre a los ojos, que encuentres esos 7 u 8 minutos donde la foto saldrá genial”. Bueno, él es el maestro así que, habrá que hacerle caso.
Después de que Irene no parase de hablar ¡vaya que le tuvo que regañar la profe Victoria!, hablaron el resto de los que pagaban aquello: Renfe=Irene, Alsa, Vueling, LAN y, ante un impresionante aplauso para los profes, nos llevaron en autocar a la excursión de la cena en Pedregalejo, ¡que bueno todo, otra vez!, para finalizar tomándonos unos refrescos, llamados Lilicubatas, en un sitio muy concurrido y con una música muy alta.

Foto de viajares.es

Aquí acaba mi historia, la de un niño con zapatos nuevos. Ya sé que yo era uno de los más mayores de la clase (no te preocupes, Nando) y otros han recogido esta historia contada de mil y una formas (de hecho, los profes Victoria y Eddy, está publicando todas las redacciones aquí), y que me han faltado muchos nombres pero estoy deseando volver a clase para, de nuevo, compartir ilusiones con mis compis porque como digo en la cabecera de mi blog: Hacer excursiones (viajar) es un sueño con sólo tú puedes hacer real. ¿Me quieres seguir acompañando?. Salud y gracias anticipadas, ciudadano viajero.