Un post cortito y light para un sabadito a gusto:
He aquí la conversación de mis hijos, haciendo filosofía pura:
Pía: ¿Verdad que Barney es niña como yo?
Pablo: No. Barney es niño.
Pía: ¡Pero es morado! Y el morado es de niñas.
Pablo: Si fuera niña, se llamaría Barna. Además tendría aretes….
Pía: No tiene aretes porque no tiene orejas.
Pablo: Bueno… pero sí parece niñita porque canta todo el día… igual que tú.
Pía: Yo canto porque soy una princesa.
Pablo: Oye, ¿quieres ser una princesa-astronauta?
Pía: No.
Pablo: Pues entonces eres un sapo.
Pía: ¡Sí, un sapo! Pero morado, ¿eh?… porque soy niña. ¿Y sale y vale que cantaba todo el día?
Pablo: ¿Cómo Barney?
Pía: ¡Sí, como Barney… pero sapo!
Filosofía pura… o lo que es lo mismo, una conversación que no llegó a nada. Pero al final, los dos quedaron muy convencidos.