Revista Sociedad

Pequeñas Cosas que no Molan Nada (11)

Por Jmbigas @jmbigas
Soy un consumidor medio de limones. Siempre acostumbro tener algunos en el frigorífico, que utilizo principalmente para añadir al vaso en la preparación de los cubalibres de ron.

Pequeñas Cosas que no Molan Nada (11)

Corteza gruesa, estructura bien visible de tabiques
blancos, abundancia de pepitas
(Fuente: trendenciasbelleza)

El limón es un fruto que se distingue perfectamente de otros parecidos. Mientras que una naranja pequeña puede llegar a confundirse con una mandarina, el limón tiene una forma muy característica. Aunque hay alguna variedad (como la lima o limón verde) que es ligeramente diferente. Lo que ocurre es que, pese a su apariencia homogénea (salvo el tamaño, pues hay limones pequeños y limones grandes) se comercializan razas de limones con características muy diferentes entre sí. Algunos (habitualmente de pequeño tamaño) apenas tienen estructura interna, son muy jugosos y su corteza es muy delgada. Aunque pecan de ser quizá demasiado blandos al tacto. Otra raza (habitualmente de gran tamaño) tienen una corteza extremadamente gruesa, y una abundante estructura de tabiques internos (de color blanco). Son mucho menos jugosos ya que presentan una apariencia prácticamente seca al corte. El fruto entero resulta muy duro y resistente al tacto.

Pequeñas Cosas que no Molan Nada (11)

Corteza más fina, estructura menos visible, ausencia
aparente de pepitas
(Fuente: aromasparaelalma)

El contacto con un limón específico tiene, en general, tres pasos previos a su degustación. En el primero, verificamos su tamaño (y color) así como la resistencia exterior (o blandura, en caso contrario); sigue un corte limpio de cuchillo, por la mitad del fruto, de modo perpendicular a su eje principal; la observación de la sección nos anticipará las experiencias gustativas que podemos esperar. Pero hay un factor determinante que puede llegar a ser una pesadilla: las pepitas. Algunas variedades prácticamente no tienen ninguna; por el contrario hay otras razas que las tienen a docenas, y todo su interior está trufado con ellas. Cuando abundan las pepitas, antes de añadir una rodaja a la copa, o de exprimir medio limón en el fondo del vaso, hay que practicar cierta cirugía que elimine las pepitas por completo. Resulta extremadamente molesto el tropezar con una pepita (pequeña, pero sólida y no masticable, que hay que sacar de la boca por algún método siempre poco ortodoxo) en un trago de bebida. Por ello hay que aplicar prácticas preventivas. En algún caso extremo, el resultado de esta cirugía sobre medio limón me ha llegado a producir docena y media de pepitas. La pregunta del millón es cómo identificar los limones ideales en el momento de la compra. Aunque no siempre me fijo en ello, el comercio siempre debe aportar el origen de los limones. Recuerdo haber visto muy habitualmente limones con origen Murcia, pero también Chile o algún otro país. No sé si este factor es importante para diferenciar los limones pepiteros de los que son más bien pepitas-free.

Pequeñas Cosas que no Molan Nada (11)

Forma canónica, apariencia jugosa, ausencia de pepitas,
corteza media
(Fuente: otramedicina)

En general, un tamaño muy grande anticipa problemas (gruesa corteza, sequedad interior y abundantes pepitas). Los limones pequeños auguran mejores tiempos, pero tampoco lo aseguran. Acostumbro a comprar limones en un Carrefour. Allí disponen habitualmente de diversas tipologías de limón, en mallas pequeñas que contienen entre 4 y 9-10 frutos, dependiendo del tamaño. En general, la mejor opción (de media) me la ofrece su marca más blanca (la llamada Carrefour Discount), que acostumbra a proponer limones de tamaño moderado. En otras grandes superficies ofrecen pequeñas bandejas con 6-8 frutos. En Hipercor, por ejemplo, habitualmente proponen limones de origen Murcia y marca Garrigós, que a pesar de un tamaño mediano, son, en general, bastante equilibrados (en grosor de corteza, jugosidad y densidad de pepitas). En resumen, el placer de una copa tomada mientras se ve un partido de fútbol o se lee un buen libro, puede estropearse con los tropezones de las pepitas de algo tan humilde como un simple limón. Todo tiene su importancia. JMBA

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