#PequeñasGrandesCosas

Hay pocas cosas tan gratificantes en la vida como la de sentirse querido en las pequeñas cosas. Hay pocas cosas tan llenas de vida en la vida como la de ser sorprendido en las pequeñas cosas. Hay pocas cosas tan fascinantes en la vida como la de cumplir tus sueños con pequeñas cosas. ¡Hay tantas pequeñas grandes cosas en la vida! Sólo necesitamos personas despiertas para hacérnoslas ver y disfrutar. Y, también, dejarnos hacer pues sólo una actitud de confianza puede convertir esa pequeña cosa en una gran pequeña cosa.

Sentirse querido no sólo recibiendo palabras afectivas muy sentidas, sino con actos concretos hacia tu persona. Esos actos que hablan de ti, y que tienen un encanto y atractivo para ti que logran llenar tu corazón. Sentirse querido por personas que te conocen, y hacen todo lo que sea por llegar a ti a través de lo que más te hace disfrutar. ¡Dejarse querer! Parece fácil, algo que todos deseamos, pero que no siempre resulta sencillo si uno es el que ha estado queriendo a los demás menos así mismo.

Ser sorprendido no sólo recibiendo sustos de vez en cuando, sino con determinadas acciones hacia tu persona. Esas acciones que avivan tu día cotidiano, y que tienen ese algo que alcanza tu alma para henchirla. Ser sorprendido por personas que preparan esas acciones con mucho esmero y cariño hacia ti. ¡Dejarse sorprender! Tarea sencilla para quien le gustan las sorpresas, pero difícil para quien lo tiene todo calculado, controlado y pensado... a pesar de encantarle las sorpresas.

Cumplir tus sueños no sólo cumpliéndolos y viviéndolos solos tachándolos de la lista, sino cumplirlos acompañados e incluso siendo invitados a cumplir uno de ellos. Esa compañía que da sentido a tu vida, y que te demuestran que la vida no es para vivirla solo, sino en relación con un tú. Ser invitados por personas que saben de esos sueños porque te han escuchado o leído, y organizan todo para poder ponerlo por obra. ¡Ser invitados! Cosa asequible para cualquiera, pero que poco estamos acostumbrados a vivir. Es toda una aventura y requiere de confianza, además de generosidad y apertura para compartir ese sueño propio con alguien más.

¿Qué son las pequeñas grandes cosas? Todas aquellas que al recibirlas, vivirlas o compartirlas te dejan un buen sabor de boca, una sonrisa en tu rostro y una certeza en tu alma. Esas pequeñas grandes cosas que para algunos pasan desapercibidas porque no están acostumbrados al amor del bueno y a lo bello. Incluso, no conocen la admiración ni la curiosidad, y mucho menos el trascender. Qué pena que no todo el mundo sepa valorar estas pequeñas grandes cosas, ¡cómo no valorarlas! Si en ellas se encuentra el sentido de la amistad, del amor, de la vida, de la confianza, de la fraternidad, de la relación, de la fe, de la esperanza, de la caridad.

¿Qué pequeña gran cosa he vivido recientemente? Sentirme querida en la celebración de mis treinta años de vida. Ser sorprendida en una cena con personas de diferentes ámbitos de mi vida. Ser invitada a cumplir uno de mis sueños: sentir la nieve y ver nevar. ¡Siempre acompañada, siempre en relación para vivir intensamente el presente, mi vida!