Terminamos las semana decorativa, que ha resultado en un ramillete de viviendas de distintos tamaños, con este pequeño estudio de tan sólo 39 m² donde el blanco brillante es el gran protagonista en techos, suelos y paredes. En la cocina la encimera de hormigón y pared de ladrillo visto hace un perfecto contraste con la dulzura de los muebles blancos, las sillas clásicas y las redondeces del frigorífico Smeg, también blanco. En el salón encontramos el mismo efecto decorativo con el delicado ambiente en blanco y la ruda mesa de centro de palets reciclados. A destacar también la despensa en la cocina, un espacio perfecto para guardar alimentos secos, accesorios y bebidas.
Vía: Stadshem