Revista Opinión

pequeño pensamiento

Publicado el 16 diciembre 2019 por Carlosgu82

Pensaras que no pienso en ti, pero solo quiero decir que lamento mucho el no haberme despedido de ti, decirte cuanto te amaba, decirte que te admiraba, solo recuerdo la última llamada, la última cara de decepción, el ultimo regaño, el ultimo abrazo, la última frase, solo me hubiera gustado estar en tu último momento de aliento o de dolor para tomarte de la mano y decirte que todo pasara, pero no supe escucharte. Pasan los años y no tengo el valor de regresar a ese lugar donde fui  feliz por miedo de caerme y no  poderme levantar, el solo pensarte me causa miedo, fragilidad y tristeza  solo me quedo enfrente de una ventana vieja y rota, logro ver que tan sola y fría está la casa, los muros llenos de pequeñas grietas y una inmensa oscuridad intocable, esos muros que alzaste con amor y fortaleza ante tan inmenso dolor y sacrificio de darle un hogar a tus pequeños retoños ,sé que algún día regresare pero de tu mano cuando nadie nos pueda ver y poder ser de nuevo esa familia que tanto anhelaste y nunca lograste formar, poco recuerdo de tu mirada y  las fotos sean vuelto borrosas solo tengo recuerdos  y deseo no olvidar  jamás, tu cara, tu fortaleza y coraje para seguir viviendo lleno de entusiasmo, solo lamento no el haberme despedido y decirte Te amo papá.

Aún recuerdo cuando te sentabas a lamentarte el no poder tener más que darnos, lamentabas tus decisiones que te llevaban a un nuevo fracaso y un nuevo comienzo, el mundo se derrumbaba cuando creías que no habría salida y solo eras tú nuestra fortaleza, como dejarte caer, como sufrir como no comer si tú eras nuestro pequeño cimiento que sin darnos  cuenta se hundía en lo profundo  de la  oscuridad, eras como sonido  de salvación y cuando te levantabas sonabas tan hermoso y tan tranquilizante sonido de arrullo que me empujaba a tener esperanza, pero llegaban los  días llenos de tristeza   y soledad que daba miedo el solo verte porque era como si no hubiera más que dolor  y oscuridad en tus ojos pequeños y rasgados repletos de arrugas, era como entrar en una tina llena de hielos y sentir el frio dentro de cada hueso de mi cuerpo desde la punta mi cabeza a mi pie, porque no había sentimiento de amor si no de odio que desbordabas, siempre corría a tus brazos tratando de entender tu fragilidad que tanto odie, siempre estuviste acompañado de una pequeña sombra siempre detrás de ti como si no te dejara escapar de ella, un pequeño demonio tan aferrado a tu luz de vida, siempre a tu lado y ella fue la última que te  vio y abrazo en tu momento de miedo al imaginar que jamás volverías a verme , y ahora siento celos de ella por estar a tu lado hasta en estos momentos en los que ya no sabes quién soy y que jamás me recordaras como yo lo hago cada momento.


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