El domingo me regalaron unas habas y el lunes por la tarde me puse a desgranarlas. Mi hijo que es un cotilla vino enseguida para ver que es lo que estaba haciendo y como no, él quería ayudar, así que le lavé las manos y me lo agencie de pinche de cocina.
Estuvo él muy afanoso quitando las habas de sus vainas. Yo se las daba abiertas y él iba quitando los granos. Cuando tenía unos cuantos me pedía la cacerola para echarlos. Y echando granos a la cacerola nos dio una sorpresa a su padre y a mi porque se puso a contar según los iba echando: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Resulta que el niño sabe contar hasta seis y su padre y yo sin saberlo, nos quedamos bastante sorprendidos porque después de todo solo tiene 21 meses recién cumplidos. No se donde habrá aprendido a contar, me imagino que en la ludoteca o viendo los dibujos de Dora, la exploradora. Yo desde luego que no le he enseñado porque pensaba que era muy pequeño para ello, pero visto lo visto creo que voy a empezar a enseñarle cosas para las que me pienso que todavía es pequeño.