Revista Infancia

Pequeños amores

Por Dealgodon

Si a todos nos enternece ver un niño en un portabebé, dormido cerca de papá o mamá, respirando pausadamente y sonriéndose en sueños, la sensación cuando el bebé es un recién nacido minúsculo es indescriptible.

fular portabebes elastico recien nacido

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Yo en particular me transporto a las épocas en que nacieron mis hijos y pienso en cómo conocer  o no los portabebés ergonómicos puede influir en una maternidad reciente. Miro a mi mayor y pienso en todo lo que me perdí. Me parece imposible que estuviese toooodo el día en brazos. Pero lo estaba, mi niño era uno de esos (supuestamente) raros especímenes conocidos como “niños de alta demanda”. Lo que viene siendo un niño que llora y llora sin parar, de día, de noche, con sol o con lluvia. Sólo quería brazos y como era hijo único, brazos tenía.

En aquel momento no conocía los portabebés ergonómicos y comencé, como muchos otros padres canguro, con una mochila que de ergonómica tenía poco, además como no se podía usar hasta un peso determinado y mi pequeñurri era una miniatura las primeras semanas fueron espantosas. Recuerdo con desazón cómo me desesperaba por todo lo que no podía hacer con el niño en brazos. Cosas como cocinar, comer o ducharme eran cosas que tenían que esperar a que el niño se quedase milagrosamente dormido después de su teta o a que hubiera alguien más en casa. Mi vida se paralizó literalmente durante un tiempo que se me hizo eterno, apenas disfruté de sus primeras semanas, me resultaba incapacitante y me pasaba el día a salto de mata.

Por eso mis otros hijos han usado un fular desde el primer día de su vida, porque además de que la postura favorece el correcto desarrollo de sus caderas y respeta la curvatura natural de la espalda, los niños no deberían tener que esperar hasta que pesen X para disfrutar de llevarlos bien pegados a ti.

Mi segundo fue un lironcito, en la cuna dormía bien, en el sofá genial, en mi cama aún mejor… Obviamente tenía un hermano mayor que necesitaba ser atendido, pero era uno de esos bebés que les dejas en el carro o la hamaca y no hacen ni un puchero. Por eso cuando alguien me preguntaba por qué iba siempre “ahí metido” mi respuesta era “Porque nos gusta” Y es verdad, a los bebés les encanta ir en los brazos de sus padres, es donde están más tranquilos. Pero sobre todo nos gustaba a nosotros. Disfrutar de su respiración cuando “rebota” en tu piel, de lo serenamente que te miran cuando tú les miras, acariciarle porque te apetece…

fulares portabebes mayores atender

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Por eso disfruté de portear a mis pequeños desde que eran poco más que pulguitas de las que sólo se veía un poquito de pelo y unos minipies que asomaban por el fular.

El tercero ha vuelto a tocar “puñetero”, pero aunque no hubiera sido demandante los portabebés han sido mi tabla de salvación para seguir adelante con la vida normal. Lo contaba en esta entrada del blog hace poco. La verdad es que ya nadie me pregunta por qué uso portabebés en lugar de carro, pero si tuviera que responder a esa pregunta diría que ahora necesito las manos para seguir sosteniendo a mis hijos.

Hay tantas razones como familias para usar portabebés, da igual si es un elástico para salir del hospital, o una bandolera para trastear en casa. Da igual que lo hagamos porque nuestro recién nacido sólo quiere estar cerca de nosotros, porque necesitemos trabajar o porque nos apetezca llegar donde con un carro es poco menos que imposible. A nuestro niño le dará igual que tengamos que atender a otra persona o que estemos haciendo la cena. Por eso y muchas cosas más regalo y recomiendo usar portabebés ergonómicos a todas las amigas y familiares que están embarazadas, para que su entrada en la maternidad sea más natural y en armonía con lo que nos pide el cuerpo. Así nos adaptaremos mejor a la vida con un niño en casa, esa locura que nos vuelve del revés y nos cambia la vida. Estaremos juntos, estaréis juntos.


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