Revista Opinión

Pequeños fraudes y errores, el maná de Hacienda

Publicado el 20 enero 2017 por Elblogderamon @ramoncerda

Hacienda cada vez dispone de más información y cada vez aprende a "cruzarla" mejor. Dispone de una verdadera artillería que le permitiría perseguir fraudes y entramados complejos, pero para eso no solo hacen falta medios (que los tienen), sino ganas de trabajar y de echarle horas a la investigación de situaciones complejas. Como digo, disponen de los cañones necesarios para declarar la guerra a los grandes defraudadores, pero prefieren usar su nada modesta munición contra pequeños fraudes y errores. Es algo así como...

... matar moscas a cañonazos. La persecución de pequeños fraudes y errores

De esa manera van de "sobraos", sus sistemas informáticos no hacen más que escupir requerimientos automáticos a diestro y siniestro y ellos se limitan a hacer un seguimiento de ese papeleo puramente burocrático. No se han de estrujar la sesera ni se han de esforzar demasiado porque el "enemigo" al que le han declarado la guerra es pequeño, se encuentra disperso y está literalmente desarmado. De ese modo su batería de guerra puede funcionar a medio gas y aun así, arrasar.

¿Es ilegal ese comportamiento? Posiblemente no, pero es desproporcionado y claramente parcial e interesado por su parte, además de que, entreteniéndose en pequeñas partidas de dominó, dejan escapar las de póquer, mucho más sofisticadas y complejas, los verdaderos fraudes importantes que, cuando se destapan, se eternizan en los juzgados y acaban diluyéndose en la nada como la nieve cuando llueve, porque su incompetencia como administración se traslada a otra administración igual o más incompetente que ellos. El problema es que no hay suficiente formación, pero no solo hablo del personal de Hacienda, sino de fiscales, jueces y policías entre otros. Que no digo que no estén preparados para ciertas cosas, pero desde luego no lo están para cualquier caso, no son multifuncionales, y es lo que suele ocurrir en entramados de fraude al fisco. Muchos son los fiscales y jueces que pueden ser brillantes y aun así carecer de la formación necesaria para atajar, o siquiera comprender, una trama de fraude que les viene grande. Eso hace que se eternicen en los juzgados (las pocas que llegan).

Volviendo al asunto principal de este artículo sobre contra quién actúa Hacienda, diré que don José María Peláez, expresidente de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda (seguro que sí sabe de lo que está hablando) dijo hace poco y de manera expresa que Hacienda dedica la mayor parte de sus medios a controlar "pequeños fraudes o errores" de contribuyentes con perfiles de empleadas de hogar, jubilados y jóvenes, algo que dice mucho de ellos.

Lo dijo en las jornadas de la UGT sobre justicia social y fiscalidad e incidió en que Hacienda pretende que las empleadas de hogar tributen de manera "estimada" porque muchas trabajan por horas y Hacienda no dispone de los datos de cotización. También habló de que Hacienda ha estado exigiendo a los jubilados que cobran pensión del extranjero, a declararla y a pagar recargos y sanciones; de esto ya hablé yo en su momento. Otra cosa que comentó en las jornadas fueron los requerimientos a jóvenes por deducciones de alquiler ante el más mínimo error encontrado en sus declaraciones.

Peláez añadió: "Si se comparan algunas de estas situaciones con el trato tan beneficioso que se ha dado a los defraudadores en la reciente amnistía fiscal o las cartas de aviso que se les enviaron a los que tenían cuentas en Suiza para que regularizaran su situación sin sanciones, sólo cabe sentirse avergonzado".

Pues eso, que yo también siento vergüenza, aunque ajena.

Ramón Cerdá

Pequeños fraudes y errores, el maná de Hacienda

Ontinyent, 1964


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