Descansa
Es importante el día anterior ir a dormir temprano y cenar ligero. Así se estará más descansado y no costará tanto despertarse.
Fija una hora para levantarte
Por mucho que se de vueltas en la cama, el final es el mismo. Así que cumple cada día la hora de despertarse a raja tabla.
Desayuna en calma
Más vale madrugar un poco más y desayunar bien y tranquilamente. No hay que olvidar que el desayuno es la comida más importante del día.
Camina
Si puedes ir al trabajo caminando, genial. Siempre es bueno hacer algo de ejercicio antes de “encerrarse” en la oficina.
Descansa
Ves descansando siempre que puedas. Eso no quiere decir que seas menos productivo, al contrario.
Habla con tus compañeros
Haz esos descansos con las personas más afines a tí. Así podrás hablar de algo más que no sólo trabajo y desconectarás.
Obligación: comer
No somos máquinas, así que para siempre, siempre para comer, aunque tengas mucho trabajo.
Lo complicado, antes de comer
Las últimas horas de la jornada son las más pesadas, así que mejor no hacer entonces las tareas más complicadas.