Cada maestrillo tiene su librillo y quizás a alguien le dan ideas nuevas las cosas que nosotros usamos en nuestro día a día. Y, por supuesto, me encantaría leer las vuestras en los comentarios y que surjan nuevas formas de llevar nuestro día a día. Si funcionan, ¡las retransmito!
A la hora de vestir, siempre, siempre, siempre hay una prenda que nos resulta totalmente imprescindible: el body. Sea verano o sea invierno, pero un body lleva puesto, de manga corta, de tirantes o manga larga. ¿Y esto por qué? Muy fácil, un bebé si no se mueve mucho, lo mueven mucho y estar todo el rato pendiente de que lleve los riñones bien tapados es un tostón.
Papá Fúturo ha pagado el pato alguna vez en verano que, haciendo caso omiso a mis recomendaciones, le puso sólo una camiseta (con el calor que hizo como para ponerle nada más) y se las ha visto y deseado con taparle bien la espaldita. Una y no más, santo Tomás. Las camisetas las dejamos para cuando dejó de hacer tanto calor ponérselo sobre bodies de manga larga. Pero el body ha sido nuestro imprescindible.
Otra gran revolución, una vez que el frío se va haciendo cada vez más presente, han sido los leotardos. Siempre ha estado con calcetines, pero en mi tierra el frío arrecia de verdad (ya tenemos nieve a 5 metros más de altura) y los leotardos, por mucho que se los quiera comer, no se los puede quitar.
Los calcetines estaban más fuera que puestos, en verano no nos importaba mucho (quizás aquí mi madre primeriza desnaturalizada salía a flote), pero en invierno es un problemón cambiarle a calcetines secos cada media hora. Así que con leotardos, como no se los puede quitar, vamos mejor. Le tapan todo y tampoco hace mucho amago de comerse los pies.
Hasta aquí toda su ropa interior: body y leotardos. El resto es como a los muñecos: intercambiables. Camisas, camisetas, pantalones con o sin tirantes, chándal, etc. Casi nunca le pongo un conjunto completo, pero cuando me da, le pongo monísimo de la muerte.
Por la noche recurrimos siempre a los pijamas ranitas. Esos enterizos que le tapan hasta los pies, nada de los que tienen los pies abiertos, me parecerían una guarrería. Preferiblemente que tengan peluchito por dentro.
En cualquier caso, cuando no es así, ¡tampoco hay problema! Nada como un buen saco de dormir. Los hay de diferentes tamaños, pero el último que compramos va de recién nacido hasta los 3 años, ¡así que ideal! No tenemos que preocuparnos de atar las mantas a los barrotes de la cuna (truco proporcionado por un amigo), ni de estar tapándole cada dos por tres, se mueva como se mueva, está bien abrigado. El que hemos comprado tiene un compartimento especial para abrir en verano y así no pasar tanto calor.
Así que, a parte de la ropita de cada día, que va en gusto y colores, mis recomendaciones son:
- Bodies a tutiplén
- Calcetines en verano y leotardos en invierno
- Saco de dormir en lugar de mantas
¿Os ha gustado esta nueva sección del blog? ¿Qué usáis vosotros en vuestro día a día que os resulte imprescindible?