Percebeiros en Veiga

Veiga (Puerto de Vega) es un pueblo marinero del concejo de Navia que es la referencia asturiana del percebe, ya que en su lonja se ha llegado a concentrar casi el 90% de las ventas de este crustáceo en la provincia, siendo una de las más importantes del país para esta especie.
La pesca del percebe se puede realizar desde embarcación o desde costa. Para capturarlos, los percebeiros usan la bistronza, una herramienta de hierro acabada en una pala afilada con la que arrancan los piños de la roca. Un traje de neopreno y una gran dosis de valor es lo único que se necesita para engañar a las olas y robarles su manjar más preciado.

Ayer estuvimos grabando un capitulo del programa "De la Mar", que en unas pocas semanas comenzará a emitirse en la TPA, en el concejo de Navia y por la mañana nos acercamos a ver como los percebeiros de Veiga cogían estos crustaceos en un pedreru cerca de La Atalaya.

Con un ojo en la roca y otro controlando las olas que rompen sobre ellas, los percebeiros van cavando los piños y guardándolos en una red colgada en la cintura.

En ocasiones las manos no son suficientes para agarrar todos los percebes de una vez y hay que ponerse a resguardo para guardarlos con calma. Los mejores percebes están donde más bate la mar y en esas zonas es mucho más arriesgado cogerlos.

Si la ola es muy grande, solo se pueden hacer dos cosas: correr y ponerse fuera de su alcance o agacharse, agarrarse fuerte a la roca con las manos y dejar que la ola pase sobre ti. Pero los pies deben quedar sueltos, ya que un golpe de mar si el pie está fijo sobre la roca o dentro de una grieta podría romper el hueso sin dificultad.

Después de unas horas de trabajo y de jugarse el tipo entre las rocas, que además de resbaladizas cortan como cuchillas, la cesta esta llena. El precio del percebe oscila mucho a lo largo de toda la costera, alcanzando su precio máximo en navidad.
La larga serie de temporales que sufrimos en el Cantabrico y Galicia durante los últimos meses no dio demasiadas opciones a los percebeiros para trabajar. Estos días con el cambio de viento y la bajada del oleaje lo tendrán más sencillo, aunque la mar siempre es impredecible y nunca hay que perderla de vista, porque una ola despistada siempre puede venir a darnos un susto.
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