Cuando un hombre ama a una mujer no puede pensar en nada más [ya se sabe que los varones no tenemos capacidad para simultanear tareas], si es mala somos incapaces de verlo, por ella gastaríamos hasta la última moneda, podríamos llegar a sacrificar a nuestros mejores amigos y hasta nuestras ocupaciones favoritas [la cerveza, el fútbol y el rock & roll], incluso, dormiríamos bajo la lluvia si así nos lo pidiera. Este entregado y apasionado planteamiento es el que nos ofrece la canción “When a man loves a woman” (1966), uno de los himnos románticos por excelencia, que tiene su origen -según cuenta Héctor Sánchez en Efe Eme- en una historia de desamor, la vivida por el cantante de soul Percy Sledge cuando fue abandonado por su novia al mudarse a Los Ángeles para trabajar como modelo; una noche, en el escenario, pidió a los músicos de su grupo (The Esquires Combo), Calvin Lewis y Andrew Wright, que tocaran un tema lento, entonces comenzó a improvisar una melodía impregnada en los sentimientos que le consumían. Entre el público se encontraba el productor musical Quin Ivy quien, maravillado por aquello, le propuso grabar un disco; así fue como nació “When a man loves a woman”, inicialmente llamada “Why did you leave me baby”, compuesta por el propio Sledge junto con los compañeros anteriormente citados (Lewis y Wright), a quienes Percy cedió la autoría de la canción en señal de amistad y agradecimiento. El tema fue un éxito absoluto, tanto en su momento como en años posteriores, dando lugar a un buen número de versiones; sabemos que Percy Sledge se arrepintió mucho de dejar escapar a su gran amor, ¿lo hizo también tras regalar sus derechos de autor a aquellos viejos amigos? Entre las versiones existentes de este tema habría que destacar, por la repercusión que tuvo, la de Michael Bolton, grabada en 1990, además de otras debidas a artistas como Marvin Gaye, Kenny Rogers, Barbara Mandrell, Bette Midler o Art Garfunkel; sin embargo, he preferido endurecer algo esta canción antes que perpetuar su habitual tono almibarado. Por eso, os propongo dos versiones con mucha personalidad: la del grupo The Spencer Davis Group, cantada por el joven prodigio Steve Winwood y grabada el mismo año que la de Sledge (“The Second Album”, 1966), cuando Steve tenía dieciocho años; y la del excepcional guitarrista y vocalista norteamericano Leslie West, cantada junto a Jonny Lang e incluida en su álbum “Still Climbing” (2013). No os perdáis esta gran versión que, a última hora, ha desbancado a la inicialmente programada, la del guitarrista de jazz West Montgomery.
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